Don Bosco: qué información podrá ver la justicia de los celulares de los tres alumnos involucrados

El viernes terminarán las pericias sobre los teléfonos, pero la Justicia de Garantías sólo habilitó que se recopile información hasta treinta días antes de la explosión.

Los celulares fueron secuestrados durante el allanamiento en el colegio.

6 de Septiembre de 2022 13:14

Por Redacción 0223

PARA 0223

A sesenta días de la explosión de un artefacto casero que le provocó lesiones gravísimas a la alumna Azul Zabaleta, los peritos informáticos del Ministerio Público Fiscal comenzaron a copiar la información de los tres celulares secuestrados a alumnos del colegio Don Bosco. Por disposición de la Justicia de Garantías se puede levantar la información guardada desde los treinta días previos al hecho investigado.

Fuentes judiciales le confirmaron a 0223 que la tarea de los profesionales se extenderá hasta el jueves o viernes y que luego los equipos serán devueltos a los dueños. “Se copia toda la información y luego se realiza el análisis correspondiente para volcarlo en el reporte que recibirá el fiscal Walter Martínez Soto”, indicaron.

Aún sin imputados en la causa, el informe de los archivos y conversaciones copiadas permitiría acreditar los distintos grados de responsabilidad de los tres adolescentes. A la espera del reporte, la fiscalía del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil sigue con la toma de testimoniales y el pedido de los informes socio ambientales.

 

El caso

Azul Zabaleta, alumna de cuarto año del secundario del Instituto Don Bosco, salió al último recreo del viernes 8 de julio a las 12 del mediodía, con la felicidad de saber que llegaba el fin de semana. Hasta que al pasar al lado de un cesto de basura, un explosivo de fabricación casera estalló y la desvaneció ante la mirada incrédula de compañeros, profesores y autoridades.

Luego de un mes de diversos tratamientos, se confirmó el pasado viernes que la adolescente sufrió la pérdida del 96.4% de su audición, y que deberá someterse a una operación para colocarle unos implantes cocleares, cuyo valor van desde los 40 mil a 60 mil dólares. Además, no podrá practicar nunca más deportes de contacto: deberá abandonar el rugby y el karate, disciplinas que formaban parte de su rutina diaria.