El puerto de Mar del Plata, antes de que las "lanchitas" sean amarillas

En medio del pedido de salvataje por parte de la Defensoría del Pueblo y la amenaza de desaparición, apenas quince de las cientos de lanchas que formaban pare del paisaje de la banquina resisten el paso del tiempo.

Las lanchitas amarillas son una postal del puerto de Mar del Plata. Imagen ilustrativa. Foto: 0223

28 de Mayo de 2022 13:30

Las "lanchitas" amarillas son una clásica postal marplatense que, en los últimos días volvieron a estar en la agenda pública por la presentación realizada por la Defensoría del Pueblo para evitar su desaparición definitiva. Lo cierto es que de las cientos de embarcaciones que poblaban la banquina del puerto, apenas quince sobreviven al paso del tiempo con un sistema de pesca artesanal. Historia de una tradición centenaria de la ciudad.

Las oleadas migratorias de principios de fines del siglo 19 y comienzos del XX modificaron la fisonomía de una ciudad que hasta el momento era la villa balnearia por excelencia de la aristocracia porteña. Las familias que llegaban principalmente de España e Italia huyendo de la miseria y los horrores de la Gran Guerra para radicarse en la naciente Mar del Plata en busca de un mejor futuro se asentaron en la zona del actual puerto de la ciudad y se dedicaban a la pesca de mariscos y otros frutos de mar que la costa atlántica ofrecía de manera artesanal. Fue entonces que las “lanchitas” comenzaron a ganar terreno en las postales de una incipiente industria pujante.

Si bien la pesca siempre fue una actividad que se practicó en Mar del Plata -aún cuando todavía esta no había sido fundada como ciudad y era conocida como Puerto Laguna de los Padres- y la realizaban en general trabajadores  “golondrina” que paraban en el pueblo durante la temporada y luego retornaban a su lugar de residencia permanente; fueron los inmigrantes italianos quienes dieron vida a la típica postal portuaria tal como la conocemos hoy.

A principios del siglo 20, la comercialización de los frutos de mar era algo particular: los trabajadores que llegaban a Mar del Plata cargaban sus canastas llenas de pescado fresco y recorrían hoteles y viviendas. Esta metodología de venta cambió con la explosión de la Segunda Guerra Mundial y el incremento de la población local.

El amarillo, un color “seguro”

Las lanchitas amarillas pueden ser vistas desde varios metros, pero no siempre fue así. En un principio, antes que se cree en 1924 el puerto y la escollera sur, las embarcaciones eran blancas, pero ello generaba dificultades ya que había días en los que era imposible divisar las embarcaciones y se originaban accidentes de diferente índole; alcanzando en más de una oportunidad la pérdida de la embarcación y la tripulación a bordo. Fue entonces que se decidió por cambiar por un color que de mayor visibilidad y se optó por el amarillo y, para diferenciar el tipo de pesca de cada nave se implementaron, se agregaron detalles en rojo.

Así, las naves dedicadas a la pesca costera que cuentan con una tripulación de entre cinco y siete pescadores, capturan corvinas, mariscos, pejerrey, besugo, anchoa y trilla y salen por la madrugada y retornan al puerto en horas de la tarde, pasaron a ser amarillas. Mientras tanto, las que las embarcaciones que navegan entre 75 y 100 horas a 160 kilómetros de la costa, con una tripulación de hasta 10 marineros para capturar salmón y merluza, adoptaron los colores amarillo y rojo. Por último, las “lanchitas” rojas son las que navegan durante dos semanas en altamar y se las denomina embarcaciones de altura.