"Dibu" tuvo su reconocimiento: "Voy a preparar mi cuerpo al máximo para ser el mejor arquero del Mundial"

"Dibu" Martínez al ingresar al Polideportivo Islas Malvinas (Fotos: FG/0223).

13 de Junio de 2022 17:45

Del pibe de 13 años que dejó Mar del Plata con sueños y un dejo de tristeza, a este hombre de 29 convertido en arquero de la elite del fútbol internacional, campeón de América y de la "Finalissima" con la Selección argentina y a punto de jugar nada menos que un Mundial en Qatar. Damián Emiliano Martínez Romero, o simplemente "Dibu", tuvo su merecido reconocimiento en Mar del Plata, de la mano del Concejo Deliberante de General Pueyrredón. El "1" del Aston Villa de Inglaterra fue distinguido como "Deportista insigne" en un acto realizado este mediodía en el estadio Polideportivo Islas Malvinas, ante cientos de niños y niñas felices de los clubes donde el marplatense jugó: Talleres, General Urquiza y San Isidro.

Con la compañía de "Mandinha", su esposa portuguesa y madre de sus dos hijos, de "Beto" y "Ale", padre y hermano, y su formador Jorge Peta ademas de amigos, Emiliano Martínez se mostró visiblemente emocionado ante el reconocimiento, pero más aún por verse reflejado en esos chiquitos que desde la platea del "Islas Malvinas" se mostraban eufóricos con el buzo "23" que él usa en la Selección. 

Con la conducción de Alejandro Heuguerot, y después de recibir la plaqueta al "mérito deportivo" por parte de Ricardo Liceaga Viñas -Director general de deportes de General Pueyrredón- y la distinción principal en manos de Marina Sánchez Herrero -presidenta del HCD- y el concejal Fernando Muro -ideólogo-, "Dibu", ovacionado por los más chicos, tomó el micrófono para hablarle a los pibes: "Ante todo muchísimas gracias a el Consejo, a toda mi familia por estar acá. Obviamente me fui de muy chico. Y a los que veo con las camisetas de arquero me hacen acordar a cuando era chico y usaba la del Pato (Abbondanzieri, de Boca)... o algún arquero como ejemplo. Y hoy en día ver a los chicos de Talleres, Urquiza y San Isidro con mi camiseta me lleva a esos. Es un orgullo para mí", comenzó. 

Emiliano Martínez y la plaqueta al "Mérito deportivo" entregada por el EMDER.

Entonces, "Dibu" llamó a Ciro, un niño al que había divisado en la tribuna con un cartel que decía "Dibu soy arquero como vos, te amo". "¿Dónde está el chiquitín? Que venga", sostuvo el arquero marplatense. Tomando el hombro del arquerito, Emiliano se quebró como nunca en el acto: "Yo vengo de barrio, con mi hermano...me emociono. Sigan sus sueños, sigan creciendo que vamos a llevar a Mar del Plata lejos, siempre", dejó como mensaje a los chicos.

Martínez recibe de Marina Sánchez Herrero, presidenta del HCD, la distinción de "Deportista insigne".

Lamentablemente la prensa no pudo dialogar con el arquero, en medio de una organización que estuvo lejos de lo deseado. Pero los tres niños y una arquerita seleccionados para preguntarle al ídolo tuvieron más creatividad en sus consultas que muchos periodistas de los grandes medios.

Dante, del Club Talleres, le preguntó a "Dibu" qué sintió cuando le tocó debutar en el arco de la Selección: "Esa es muy buena", sonrió "Dibu". Y contó: "Nervioso, obviamente, antes del partido. No había muchos marplatenses jugando en la Selección y no es una presión, es algo lindo llevar encima. Pero una vez que empezó el partido, fue lo mismo que jugar en Talleres, Urquiza o San Isidro. No me importa nada. Solo pienso en ganar el partido".

Por su parte, Benjamín, de San Isidro, le consultó sobre el recordado penal atajado a Yerry Mina, de Colombia, en la Copa América y que dejó la famosa frase "mirá que te como": "Recordé cuando él me golpea en Colombia, que quedé medio desvanecido y tuve que salir del partido en mi segundo partido en la Selección. Es algo que tenía en mente. En el partido anterior a Uruguay había anotado un penal y le había bailado a Muslera, a quien conozco y no me había gustado lo que había hecho. Una vez que vino a patear el penal, se me vino el recuerdo y ya saben del festejo...".

Thiago, de General Urquiza, consultó sobre su preparación de cara al Mundial: "recién terminó la temporada, y ya empieza en tres semanas una nueva y uno empieza a prepararse. Las ansias son cada vez más. Pero una cosa que tengo yo, es que soy muy fuerte mentalmente y me voy a preparar mi cuerpo al máximo para ser el mejor arquero del mundial".

Amanda, conocida como "Mandinha", la esposa de "Dibu" Martínez observa el acto.

Al turno de Agustina, también del club de la calle Tucumán, la niña le preguntó por su paso por los tres clubes de Mar del Plata y sus recuerdos: "Disfruté en los tres. A esa edad solo quería jugar y disfruté en todos. San Isidro fue el último club antes de irme a Independiente y es el que tengo más cerca en la memoria. Pero la verdad que amé a los tres y tengo muy lindos recuerdos de ellos".

Emiliano Martínez fue totalmente gentil con todos los chicos, a quienes les firmó camisetas, accedió a las selfies, se sacó fotos grupales con los planteles de cada club. En el final, todo se descalabró. La organización falló y "Dibu" terminó rodeado tardíamente por personal de seguridad municipal, chicos pidiendo autógrafos, otros llorando de tristeza porque no pudieron lograr su cometido. El arquero de la Selección argentina tuvo dificultades para ir a la zona VIP del estadio, pero jamás perdió la sonrisa y la felicidad por el reconocimiento que la ciudad le otorgó. 

Faltan cinco meses para el Mundial, y Emiliano -entre consultas por una molestia en su rodilla derecha- seguirá en la ciudad "entre 15 y 20 días más" según supo 0223, aprovechando el receso, y a comienzos de julio comenzará la pretemporada en Aston Villa de Inglaterra. Disfruta de estar en Mar del Plata, pero la "Dibumanía" por momentos se termina haciendo intensa: días atrás, dejó el country donde tiene su casa para ir a dormir a lo de su padre Alberto para tener algo más de tranquilidad. Pero inmediatamente reconocieron su camioneta, y no pudo pasar desapercibido. 

Pensar que hace dos años "Dibu" pasaba desapercibido caminando por las calles del barrio Puerto con su padre, cuando no tenía lugar en Arsenal de Inglaterra. Así es el fútbol argentino, la pasión, la popularidad. Amor frenético, sin escalas. La familia Martínez-Romero así lo disfruta. Y lo más importante: Emiliano sigue siendo el mismo pibe, con la esencia de esos pibes que hoy sueñan ser como él.