“Si Juntos por el Cambio no acuerda un programa de gobierno va a ser más de lo mismo”

De paso por Mar del Plata para exponer en la Semana Social, el senador provincial Joaquín de la Torre alerta sobre la necesidad que Juntos por el Cambio se aboque a la definición de un programa de gobierno con miras a 2023. “Hay que escribir qué es lo que vamos a hacer, cuándo lo vamos a hacer y cómo lo vamos a hacer”, advierte a sus pares.

En una entrevista con 0223, el referente bonaerense del peronismo republicano y exintendente de San Miguel no le cierra la puerta a Javier Milei, pide desdoblar la elección provincial y se mete en la interna del Frente de Todos por el control de los planes sociales. También destaca la gestión del intendente Montenegro: “Lo veo muy sólido y tuvo un proceso muy rápido de aprendizaje, yo en mis primeros dos años de intendente la pasé peor que Guillermo”, recuerda con humor.

- La falta de un plan de gobierno parece ser el gran déficit de los dos últimos gobiernos. ¿Hay posibilidad que Juntos por el Cambio pueda congeniar un programa de gobierno y no ser solo una coalición electoral para sacar al Frente de Todos?

- Si Juntos por el Cambio no hace eso de aquí a diciembre va a ser más de lo mismo. Hay que escribir qué es lo que vamos a hacer, cuándo lo vamos a hacer y cómo lo vamos a hacer. No solo va a ser más de lo mismo, sino que su duración en el gobierno va a ser mucho menor. El tiempo de un gobierno cada vez es más corto, con mucho derecho, la gente tiene cada vez menos paciencia.

- ¿Por qué hay que desdoblar la elección provincial de la nacional?

- Para que la discusión de los bonaerenses sea sobre los problemas de los bonaerenses. El candidato a gobernador está inmiscuido en las discusiones nacionales y no discutimos la situación de los bonaerenses. Nos imponen candidatos porteños que después tardan dos años en entender cómo se maneja la provincia. Si no desdoblamos siempre la elección nacional es más importante que la de la Provincia de Buenos Aires.

- Hay que leerlo como una gran derrota de los oficialismos, pero también como una búsqueda de soluciones extremas. En ninguno de esos procesos políticos ganaron las fuerzas tradicionales, la gente fue a buscar políticos afuera de la política.

- El caso Rodolfo Hernández es muy notorio en Colombia. ¿Milei puede llegar a ocupar ese lugar en Argentina?

- Falta mucho tiempo y en Argentina todavía pueden pasar muchas cosas. Y estar pensando en lo que puede pasar el año que viene es demasiado largo. Si que no tenemos por qué pensar que somos tan distintos que la decisión de la ciudadanía no va a busca outsider políticos respecto de la oferta electoral.

- Usted se pronunció en contra de la decisión de Juntos de excluirlo.

- Fue una gran torpeza política haber escrito eso. Torpeza porque si pensamos que no tiene que estar, no lo agrandemos cuando él no pidió estar. ¿No lo incorporaríamos en caso que no incorporándolo perdiéramos con el kirchnerismo e incorporándolo no perdiéramos con el kirchnerismo? Es una pregunta.

“Con los planes sociales hicimos seguidismo no cambiemismo”

De la Torre llegó este fin de semana a la ciudad para exponer en la Semana Social, donde participó del panel “Crecimiento con inclusión”, junto al presidente de Came, Alfredo González, y el titular de la IUA, Daniel Funes de Rioja.

- Hay indicadores macroeconómicos que hablan de una importante recuperación de la economía. ¿Qué está faltando para que ese crecimiento se dé con inclusión?

- Lo que ha faltado es construir los dos puentes que son necesarios para que el crecimiento tenga inclusión. Uno son las políticas educativas y de capacitación que hagan que nuestro recurso humano vuelva a ser aquel que lo fue en su momento, y el otro es que para que haya trabajo tenemos que cuidar a los que dan trabajo. Las normas que por ahí sirvieron hace 50 años hoy pasaron a no servir y da la sensación que una pyme no puede tener las mismas normas que las grandes empresas. Los dos puentes han estado destruidos en Argentina en los últimos 20 años.

- En los últimos días en el seno del gobierno nacional se abrió un debate sobre el manejo de los planes sociales. ¿Cómo analiza este fenómeno?

- Solamente miserables pueden hacer que los planes sociales y el poder sobre la calle esté cortado por una interna política. La decisión del ministro (de Desarrollo Social) Zabaleta fue en el sentido correcto y es responsable que los planes vuelvan a la institucionalidad, donde los gobernadores y los intendentes son elegidos por el voto. Este problema lo creó la vicepresidente para molestar a los intendentes del conurbano que la enfrentaron en su momento. Fue la forma en que los castigó porque en 2009 apoyaban a De Narváez y no a ella. La pelea debe ser por eliminar los planes, porque no estén más. Que la Argentina tenga trabajo y no por ver quién reparte planes.

- Los planes sociales ya parecen ser algo estructural. ¿Se puede salir?

- Cuando los planes se crearon yo era intendente. Esos primeros planes le cambiaron la cara a la gente, las primeras personas se pusieron el mameluco, agarraron herramientas y salieron a trabajar. Ese programa le trajo dignidad, pero eso se rompió en dos momentos: cuando se le sacó la obligación del trabajo y con dárselo permanentemente, porque entonces ya no tuvo que buscar trabajo ni trabajar.

- Ese esquema se mantuvo inalterable durante el gobierno de Macri. ¿Faltó una revisión de esa política durante la gestión de Carolina Stanley?

- Por supuesto. Cuando hago la crítica a lo que pasó en los últimos 20 años estoy incorporando esos años. Hicimos seguidismo no cambiemismo.