La mataron de un tiro y al asesino lo condenaron a 3 años de prisión: la trágica historia de Sofía Ponce

La chica de 17 años fue asesinada tras una pelea vecinal que se gestó en la Navidad del 2011, en el barrio Jorge Newbery. A los meses del crimen, uno de sus hermanos se suicidó, y sus padres murieron de "angustia". Once años después, la familia mantiene el reclamo de Justicia.  

18 de Agosto de 2022 16:31

Diecisiete años tenía Sofía Ponce cuando le arrebataron la vida y los sueños de un balazo en la cabeza. El crimen devastó a sus seres más cercanos y marcó, en pocos meses, el inicio de una larga historia de pérdidas. En once años, sin embargo, la familia no solo asumió el dolor de la muerte sino que también debió resignarse a convivir con la injusticia.

La trágica historia de Sofía se remonta a la Navidad del 2011. El barrio Jorge Newbery vivía un clima de festejo hasta que se gestó una pelea entre dos familias vecinas que hizo entrar en escena a Diego Zayas, el autor del disparo letal. “Cuando mamá le dijo a Sofía que se metiera en casa, este asesino le dijo a uno de mis hermanos ‘te voy a pegar donde más te duela’ y le disparó a ella. Al principio pensábamos que era un piedrazo pero después, cuando mamá la llevó adentro, se dio cuenta que era un tiro”, asegura Ana, hermana de la chica.

Sofía no murió en el acto y hasta tuvo algunos momentos de lucidez. Después de recibir el impacto de bala, repetía que le dolía la cabeza. Luchó por su vida cuarenta y ocho horas más hasta que el 27 de diciembre, en el Hospital Interzonal General de Agudos Dr. Oscar Alende, se decretó su muerte. Los profesionales médicos hicieron lo imposible para superar el delicado cuadro de salud pero el daño que provocó el disparo efectuado con una pistola calibre nueve milímetros resultó irreversible. “Ella no tenía nada que ver. Solo lo quería separar a mi hermano”, remarca Ana, en diálogo con 0223.

Sofía Ponce trabajaba con Ana en un frutillar de San Carlos y era el lazo más joven de una familia numerosa, con catorce hermanos. A los seis meses del brutal crimen, uno de sus hermanos no soportó la angustia y se quitó la vida. Al tiempo también falleció la mamá y poco después el papá, ambos por cáncer. Ana, de todos modos, lee cada una de estas pérdidas bajo un mismo denominador común: Sofía. “Ella era todo para nosotros, la más chiquita, la más mimada, y muchos no lo pudimos superar. Quedamos todos destruidos. Mamá ya tenía un cáncer pero estaba quieto y a partir de lo que pasó con Sofía, la enfermedad se despertó y un par de meses después del juicio falleció”, lamenta.

“Emoción violenta”

Dos años después, en diciembre del 2013, Zayas recibió su condena en manos del Tribunal Oral en lo Criminal N°2 de Mar del Plata. El hombre fue encontrado autor jurídicamente responsable del delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego cometido en estado de emoción violenta”, por lo que el veredicto que se resolvió en su contra fue a tres años de prisión.

Diego Zayas recibió en 2013 una pena en suspenso porque, para los jueces, actuó bajo "emoción violenta".

Por unanimidad, los jueces Néstor Conti, Jorge Luis Rodríguez y Alexis Simaz acordaron la pena en suspenso "atento el carácter de primario que posee el encausado, el buen concepto vecinal del que goza y los nocivos efectos del encierro carcelario de corta duración" siempre y cuando "el nombrado cumpla durante el término de la condena con la regla de fijar residencia y someterse al control del Patronato de Liberados", según consta en el fallo que dio a conocer este medio en aquel entonces.

Sin Navidades

La familia de Sofía cuestionó el bajo monto de la condena desde un primer momento y hasta impulsó una apelación de la que “no hubo más novedades” en estos años. “Para mí no existe la Justicia. Yo no puedo entender cómo esta persona no fue presa por dispararle a una menor que no había hecho nada”, dice Ana, e insiste: “Mi hermana no tuvo el privilegio de disfrutar de la vida pero su asesino sigue viviendo feliz y contento, como si no hubiese pasado nada”.

La ONG Familiares de Víctimas del Delito y el Tránsito acompañó el reclamo de la familia en diferentes oportunidades.

La ONG Familiares de Víctimas del Delito y el Tránsito acompañó el reclamo de la familia en diferentes oportunidades.

La hermana reconoce que para ella “no existen las Navidades” desde que se produjo el crimen de Sofía y dice que logra sostenerse “en pie” por sus dos hijos “chiquitos”. A través del grupo público de Facebook “TODOS X SOFIA PONCE”, ella se encarga, año tras año, de mantener viva la memoria de la adolescente. “Yo trabajo, estudio y trato de mantener la cabeza ocupada para no pensar tanto pero a Sofía no la olvido. Hasta el día que me muera yo voy a querer Justicia por mi hermana”, promete la mujer.