Nuevo testigo dio cuatro nombres para identificar al alumno que colocó la bomba en el Don Bosco

Un nuevo testigo señaló este martes a cuatro alumnos como los posibles autores de la explosión con una bomba casera que dejó sorda a una estudiante de 15 años dentro del colegio Don Bosco.

La nueva persona que declaró en la Justicia en las últimas horas fue aportada por Adelina Martorella, la abogada que patrocina a la familia de Azul Zabaleta, adolescente que sufrió la pérdida del 96.4% de su audición.

0223 pudo confirmar que el testigo mencionó a cuatro chicos que habrían tenido alguna participación en la fatídica broma, por lo que se estima que entre esos nombres estaría la posibilidad de identificar al autor del hecho.

La declaración se suma a la versiones que comenzaron a circular esta semana donde se señala a un alumno de sexto año como el responsable de la "broma". El propio joven, según dijo un chico antes las autoridades del colegio, habría admitido ser el autor del estallido ante sus compañeros más cercanos.  

Por el momento, el fiscal Alejandro Pellegrinelli no formuló acusaciones y espera recabar pruebas más concretas para definir una imputación. La causa, mientras tanto, sigue bajo la carátula de "estrago doloso, lesiones y omisión de auxilio".

Pericias y nuevos pedidos

Por esta fecha, la División Cuerpo Bomberos ya tiene en sus manos el cesto de basura, las bolsas y la botella plástica ligadas a la explosión para realizar las pericias correspondientes. Pellegrinelli ya remitió cada uno de los elementos a los expertos, después de que la semana pasada los directivos del colegio acercaran el material a Tribunales. Con estos peritajes, la Justicia busca evacuar, en principio, el tipo de explosivo que se utilizó para la broma y su capacidad de daño.

Además, según confirmaron a este medio distintas fuentes judiciales, el titular de la Unidad Funcional de Instrucción  (UFI) Nº5 hizo otras exigencias a las autoridades del colegio Don Bosco. Por un lado, pidió conocer el listado del personal y la nómina completa de alumnos que estaba presente en el día de la explosión. A su vez, el funcionario judicial reclamó el acta que labró el establecimiento por el estadillo en el patio, y lo propio requirió a la Dirección de Educación de Gestión Privada (Diegep).

El caso

Azul Zabaleta, alumna de cuarto año del secundario del Instituto Don Bosco, salió al último recreo del viernes 8 de julio a las 12 del mediodía, con la felicidad de saber que llegaba el fin de semana. Hasta que al pasar al lado de un cesto de basura, un explosivo de fabricación casera estalló y la desvaneció ante la mirada incrédula de compañeros, profesores y autoridades.

Luego de un mes de diversos tratamientos, se confirmó el pasado viernes que la adolescente sufrió la pérdida del 96.4 % de su audición, y que deberá someterse a una operación para colocarle unos implantes coclares, cuyo valor van desde los 40 mil a 60 mil dólares. Además, no podrá practicar nunca más deportes de contacto: deberá abandonar el rugby y el karate, disciplinas que formaban parte de su rutina diaria.