Menos de 200 metros de distancia y circunstancias similares: los crímenes de Carlos Guzmán y Rubén Cufré

El crimen a sangre fría de Carlos Guzmán, un remisero de 55 años, que fue abordado por dos sujetos durante la madrugada del domingo cuando fue a buscar pasaje a una vivienda del barrio Bernardino Rivadavia, ocurrió a 200 metros del lugar en el que en 2014 asesinaron a otro trabajador del volante, Rubén Cufré, en circunstancias similares.

La noche del 23 de septiembre de 2014, Cufré, de 57 años, había dejado a su familia en la casa que compartían y se disponía a salir a trabajar cuando advirtió la presencia de desconocidos a bordo de una moto con intenciones de asaltarlo. Ante esa situación el taxista aceleró el vehículo para escapar pero, al mismo tiempo, los delincuentes abrieron fuego. Uno de los disparos alcanzó a Cufré, quien perdió el control de su Chevrolet Corsa y chocó contra el cartel de señalización de la esquina de Alvarado y Tierra del Fuego. 

Si bien el conductor fue trasladado de inmediato a bordo de un patrullero al Hospital Interzonal, nada se pudo hacer ante la gravedad de la herida y falleció poco después. Su asesinato conmocionó a Mar del Plata: el hecho se sumaba a la ola de violencia que se vivía entonces; los taxistas llamaron a un paro y los reclamos por seguridad y justicia se replicaron durante días en los diferentes barrios de la ciudad.

Exactamente 7 años, 11 meses y 4 días después del crimen de Rubén Cufré y a sólo dos cuadras, Carlos Guzmán fue ultimado en circunstancias similares: tras ser acechado por dos delincuentes -uno en moto, el otro a pie- mientras esperaba a un pasajero,  recibió un único disparo en el cuello que alcanzó para terminar con su vida. A diferencia del otro caso, los delincuentes se llevaron el auto de la víctima, un Ford Focus que ayer a la tarde fue hallado por la policía en un domicilio de calle Magallanes al 10.400, en el barrio Las Américas.