Irá a juicio uno de los tres jóvenes que le rompió la cabeza a Matías Montín con una botella de champagne

Gabriel Alejandro Galvano, uno de los tres jóvenes que le rompió la cabeza a Matías Montín con una botella de champagne durante la madrugada del 19 de enero del 2021 dentro del boliche Ananá de Playa Grande, deberá enfrentar un debate oral en los próximos meses.

La medida de elevación a juicio fue resuelta hace instantes por Daniel De Marco, a cargo del Juzgado de Garantías N°1 de Mar del Plata. En la misma resolución, el juez decidió confirmar el sobreseimiento de Matías Belloso y Andrés Bracamonte, los otros dos chicos que habían sido involucrados en el brutal ataque.

El magistrado tampoco hizo lugar al pedido que había hecho el abogado del particular damnificado de recalificar el hecho por el delito de “homicidio en grado de tentativa”, por lo que Galvano será enjuiciado bajo la imputación del delito de “lesiones graves”, según consta en el dictamen al que accedió 0223.

Para De Marco, con los elementos que surgieron de la investigación que encabezó la fiscal Andrea Gómez, no existe "información que permita inferir razonablemente la presencia de dolo de homicidio" por parte del imputado. De todos modos, no descartó la posibilidad de que el tribunal que intervenga en el juicio, con fecha aún a confirmar, resuelva un cambio de calificación en base a otras pruebas que eventualmente se pongan a consideración.

Salvaje

El hecho registrado durante los primeros minutos del 19 de enero de 2021 tuvo dos etapas: en la primera, los tres jóvenes atacaron a golpes a Matías Montín y a Santiago Soave en el sector del baño de caballeros de Ananá. Pero la más grave fue minutos más tarde cuando en el sector VIP del boliche golpearon a Montín con una botella de vidrio a la altura del rostro. Y, en ese momento, Galvano le asestó un nuevo golpe en la cabeza con una segunda botella de champagne, según la reconstrucción que hizo la fiscalía.

Por el ataque, que supo alcanzar repercusión en todo el país, Montín tuvo que ser internado de urgencia en el Hospital Privado de la Comunidad (HPC). El botellazo que recibió en la cabeza le había quebrado – literalmente – el cráneo desde la parte superior de la órbita de los ojos hasta la "mollera". Después de una semana, recibió el alta y regresó a Moreno, la localidad bonaerense de donde es oriundo.

A pesar de esa primera evolución favorable, la víctima quedó con secuelas. La amplia fractura lineal recién terminó de “cerrar” en septiembre del año pasado y luego tuvo que poner el foco en la rehabilitación del hombro derecho. Además, durante por lo menos un año, los médicos le sugirieron que no haga deporte ni ninguna otra actividad que pudiera alterar su estado nervioso y emocional.