Penas de hasta 14 años y medio a “El Muela” y “El Tano” por violentos robos a ancianos

Dos hombres acusados de encabezar una asociación ilícita que cometió varios robos bajo la modalidad entradera a adultos mayores fueron condenados tras la validación de un acuerdo de juicio abreviado a penas únicas de 13 y 14 años y 6 meses de prisión. En la sentencia también decomisaron un automóvil Fiat Palio y varios celulares secuestrados durante los allanamientos que permitieron desbaratar la banda.

Matías Fernández (40), apodado “El Muela”, seguirá alojado en la Unidad Penal N°15 de Batán tras ser considerado jefe de la asociación ilícita y coautor del delito de robo agravado por su comisión en poblado y en banda. Si bien se le impuso una pena de seis años de prisión, en virtud de una condena anterior se le dictó una pena única de 13 años de prisión más la declaración de reincidencia.

A Raúl “El Tano” Pacheco (40), también considerado jefe de la asociación, lo condenaron a siete años y nueve meses de prisión como coautor de cuatro robos agravados por su comisión en poblado y en banda, por efracción y por las lesiones graves resultantes en uno de ellos. Por una condena impuesta en agosto de 2020, se le dictó una pena única de catorce años y seis meses de prisión que seguirá cumpliendo en la Unidad Penal N°15 de Batán.

En la investigación a cargo del fiscal Mariano Moyano también se estableció la participación de Héctor Oscar Aguirre (37) en una tentativa de robo cometida en abril del año pasado y su responsabilidad en la receptación de algunos elementos sustraídos. En su caso la pena impuesta fue de tres años de prisión y accesorias legales.

En el caso de Maximiliano Ezequiel Pacheco (34), actualmente alojado en la Unidad Penal N°2 de Sierra Chica, la pena impuesta fue de cuatro años y diez meses de prisión como miembro de la asociación ilícita, coautor de un robo agravado y del delito de tenencia ilegal de arma de guerra y/o de uso civil condicional.

A Leonardo Raúl Guzmán (31) lo condenaron a tres años y diez meses de prisión como miembro de la asociación ilícita y por uno de los robos. La pena la seguirá cumpliendo en la Unidad Penal N°15 de Batán en la que está alojado.

Indira Ayelén Cerizola (28) fue la única mujer condenada en el mismo acuerdo y como coautora del delito de tenencia ilegal de arma de guerra y/o de uso civil condicional recibió una pena de dos años de ejecución condicional. Para el mantenimiento de la modalidad de cumplimiento deberá por el mismo período de tiempo fijar domicilio dentro del territorio de la Provincia de Buenos Aires y no mudarlo sin conocimiento del organismo de control y someterse al control del Patronato de Liberados.

La organización de la banda 

Desde la fiscalía se pudo establecer que desde finales de enero de 2022 y hasta el 18 de mayo de ese año, se conformó una organización criminal integrada cuya finalidad fue la de cometer distintos delitos contra la propiedad. La asociación criminal contaba con la activa participación de dos sujetos –“El Muela” y “El Tano”- que cumplían la tarea de coordinar y liderar la asociación, seleccionando las viviendas donde se cometerían los robos, la forma de irrupción, el momento en el que los mismos serían llevados a cabo y las personas, con sus respectivas funciones, que participarían del ilícito.

De esta manera, y conforme la distribución de roles previamente pactada, los restantes sujetos cumplían -en forma indistinta- la función de hacer tareas de inteligencia para seleccionar viviendas donde cometer los robos e irrumpían en las fincas o permanecían en sus adyacencias en carácter de "campanas".
Una vez seleccionado el inmueble y las víctimas, se valían de diversa logística para llevar adelante su accionar ilícito empleando, entre otros elementos, equipos de telefonía celular, utilizando en los mismos tarjetas sim card las cuales iban cambiando en breves períodos de tiempo, a nombre de terceras personas, vehículos y herramientas para el ingreso a los domicilios. Cuando lograban ingresar en el interior de los inmuebles, reducían a los damnificados -generalmente mediante amenazas y atándolos de pies y manos- y los desapoderaban ilegítimamente de alhajas, dinero y diversos bienes.

Los hechos investigados

Cerca de las cuatro de la madrugada del 24 de febrero de 2022, tres hombres llegaron de forma coordinada y mediante previa distribución de roles y funciones, a una vivienda en Roca al 3100. Mientras que uno de ellos quedó en el exterior haciendo de “campana”, los otros ingresaron por el balcón del primer piso, redujeron a una mujer de 81 años y la ataron de manos, aunque ante la presencia de un vecino, escaparon sin lograr consumar el robo.

El 29 de marzo de 2022 dos sujetos irrumpieron en una casa emplazada en Soler al 4700 donde redujeron a una mujer de 80 años y le robaron distintos bienes. En el marco de esa investigación, se recibió declaración a un testigo bajo reserva de identidad que individualizó a las personas que habrían cometido ese robo y aportó información vinculada a otros robos. 

Esos datos permitieron la intervención telefónica que permitió establecer el accionar de la banda, la coordinación y la responsabilidad en el resto de los hechos investigados. 

Uno de los robos llevado a juicio tuvo dos partes: entre las diez de la noche del 26 de abril y las seis de la madrugada del 27 de abril del año pasado al menos dos hombres accedieron tras quebrar un alambrado perimetral al patio interno de una casa ubicada en Beruti a 7100. Si bien rompieron el vidrio de la puerta del fondo de la propiedad, no lograron acceder a la vivienda por razones ajenas a su voluntad.

El 5 de mayo fueron tres los sujetos que regresaron a la misma vivienda y tras ocultarse en un patio interno, sorprendieron a las siete y media de la mañana a un hombre de 79 años y lo obligaron a ingresar. Una vez en el interior también redujeron a la mujer de 90 años, les ataron las manos a ambos y escaparon con ochenta mil pesos, documentación, llaves, dos celulares, un reloj, anillos, un par de alianzas de oro y una cadena dorada.

Cinco días después, tres hombres llegaron a una vivienda en 20 de septiembre casi Libertad, empujaron la puerta y redujeron a su moradora, una mujer de 65 años. Tras atarle los brazos, piernas y tobillos con trozos de una sábana, la arrastraron hasta la pieza, amenazaron con matarle la mascota –a la que ahorcaron en tres oportunidades- y le provocaron distintas lesiones.

Luego de revisar los distintos ambientes de la casa, los individuos se apoderaron de sesenta mil pesos, documentación, dos tablets, estampillas, una notebook, un reloj digital, un televisor LED, celulares, una notebook, alhajas, relojes antiguos y otros elementos de valor.

A partir de las tareas que realizó el Gabinete de la DDI junto al fiscal Mariano Moyano, qué incluyó el análisis de comunicaciones telefónicas, se logró establecerla identidad de los miembros de la banda y solicitar la realización de cinco allanamientos que se llevaron delante de manera simultánea.

En los operativos que se realizaron en Victoriano Montes al 2900, Paraguay al 2300, Wilde al 500, Bolívar al 3000 y Tripulantes del Fournier al 11.200 detuvieron a tres imputados de los imputados e identificaron a otras dos personas, además de secuestrar diez celulares, dinero, moneda extranjera, una pistola calibre nueve milímetros, municiones, alhajas, una billetera y un auto Fiat Palio.

En la sentencia a la que tuvo acceso 0223 se descartaron cuestiones eximentes de la responsabilidad penal y atenuantes, aunque consideraron como agravante respecto de Matías Alfredo Fernández, Leonardo Raúl Guzmán y Maximiliano Ezequiel Pacheco la logística empleada para la comisión de los hechos:empleo de equipos de comunicación, de vehículos, de equipos de comunicación, de prendas y guantes para cubrir rostros y manos.

En relación a Guzmán y Maximiliano Pacheco se valoró como agravante la edad de las víctimas y en lo que respecta a Raúl Alejandro Pacheco la logística empleada para la comisión de los hechos, la nocturnidad y la edad de las víctimas.