De Roig a Montenegro: los intendentes de la democracia

Desde 1983 hasta la fecha fueron siete los jefes comunales electos en la ciudad. Cuatro de ellos fueron reelectos por un amplio margen de votos. A horas que Guillermo Montenegro asuma su segundo mandato, un repaso de las gestiones que estuvieron a cargo de la ciudad.

10 de Diciembre de 2023 08:59

“Mar del Plata, ciudad radical” fue una frase que se repitió durante décadas en la ciudad y cobró fuerza en 1983 cuando ángel Roig se impuso en la intendencia de la ciudad. Desde entonces, el único partido que no logró imponerse en elecciones generales fue el justicialismo en ninguna de sus ramas.

Ángel Roig, el “democratizador ético y austero” de Mar del Plata 

El 30 de octubre de 1983, Ángel Roig se impuso ante Gustavo Demarchi como el primer intendente del nuevo período democrático con 115.304 votos, es decir el 51% del electorado local de la época. La elección tuvo la particularidad de contar con Presidente, gobernador e intendente del mismo partido político. En esa histórica elección además se definieron los 24 concejales encargados de llevar las riendas de la ciudad durante los seis años venideros.

Su primera intendencia presentó el desafío para la clase política de “educar para la convivencia democrática”. Procuró construir diálogo y consensos pese a la mayoría que poseía en el Consejo Deliberante y cuidó de la inversión de los fondos púbicos, provenientes de las arcas municipales. El desarrollo barrial y la atención a las demandas de la población fueron las características de su gobierno.

Roig fue reelecto en 1989. Esta vez, “Don Ángel”, como se lo conocía en las Sociedades de Fomento obtuvo 75.095 votos - un 29,7%-  y se impuso a l Frente Justicialista Renovador que llevó como candidato a Julio Sanguinetti. Los lineamientos de su segundo mandato se mantuvieron en sintonía con los de su primera gestión aunque el ánimo popular estaba cambiando.

Durante su gestión, Roig puso en funcionamiento el sistema de módulos móviles de abastecimiento, llevando alimentos y productos esenciales a los barrios más alejados de la ciudad y creó el Mercado Comunitario Central en Peña y Tres Arroyos.

Mario Russak, el interventor que trató de mediocres a los marplatenses y fue electo intendente

“Mucha gente en Mar del Plata tiene una excepcional vocación por la mediocridad”, dijo el interventor de General Pueyrredon designado por la Dictadura Cívico Militar Mario Russak el 24 de agosto de 1978

El 8 de septiembre de 1991, cuando los marplatenses fueron a las urnas nuevamente para elegir al tercer presidente, gobernador e intendente desde el retiro de la democracia, parecían haberlo olvidado. Russak, que ahora se presentaba como candidato de la Unión del Centro Democrático (Ucede) se impuso con el 29,9% de los votos sobre Juan Garivoto (Frente Justicialista Federa) y José Cano (Unión Cívica Radical).

Más allá de la polémica frase vertida en su época de interventor, como intendente efecto, Russak es recordado por implementar a fines de 1993 el estacionamiento medido en el macro y microcentro marplatense con fines netamente recaudatorios.  Por entonces, se abonaba 1 peso/dólar por hora en días de semana y 1,25 pesos/dólares  los fines de semana.

Elio Aprile, el único intendente que implementó el plebiscito 

Blas Aurelio "Elio" Primo Aprile se definía en campaña como “un humilde profesor de filosofía”. El 14 de mayo de 1995 el hombre que se había desempeñado como secretario de cultura y educación durante la gestión de Ángel Roig, se alzó con la intendencia al obtener el 39.2% de los votos marplatenses. Fue reelecto en 1999 con el apoyo del 61% de los votantes marplatenses.

Durante su gestión acercó la cultura a los barrios de la periferia con la implementación de talleres culturales, equipo las escuelas municipales y llevó adelante el único plebiscito que hubo en Mar del Plata. La propuesta era sencilla, los ciudadanos debían definir si aceptaban el aumento de $3 y $4 durante ocho años en los impuestos para poner en marcha el Plan de obras Mar del Plata 2.000.  Ese dinero (se calculaba que la recaudación rondaría los 90 millones de pesos), iba a estar destinado a iluminar los accesos de las rutas 2, 11, 88 y 226; reconstruir veredas de los paseos costaneros Norte y Jesús de Galíndez, refular las playas y mejorar la infraestructura del Parque Industrial General Savio. También, a avanzar en la reforestación de toda la ciudad, colocar tendido de alumbrado en las playas céntricas, mejorar medio centenar de plazas públicas y repavimentar las calles del micro y macrocentro marplatense, entre otras cosas.

El plebiscito se realizó y el 53,74% de los contribuyentes -es decir, 89.380 personas- se manifestaron a favor de la idea. Una de las obras icónicas de la era Aprile, contemplada en la segunda etapa del programa Mar del Plata 2000 fue la construcción de la Plaza del Milenio en la manzana 115, en ese momento, ocupada por dos edificios de siete pisos, restaurantes, locales de cambio y compra venta de alhajas. El objetivo era despejar el sector para dar lugar a una fuente de aguas danzantes con sistema de luces que no iba a demorar en convertirse en atractivo para turistas y locales. Después de cincuenta años de disputas por la expropiación de los inmuebles y a través de un operativo inédito en la ciudad, se concretó la implosión de la manzana el primer día del 2001.

Renunció a su cargo el 28 de febrero de 2002, en medio de la fuerte crisis social, económica y política que atravesaba el país y de la que Mar del Plata no fue la excepción. Su mandato lo completó el por entonces concejal de la Alianza UCR Frepaso Daniel Katz

Katz, el intendente que legitimó su gestión con el voto popular

El 27 de abril de 2003, los argentinos volvieron a las urnas para elegir presidente: el exmandatario Carlos Menem y Néstor Kirchner, los dos candidatos más votados debían enfrentarse en el primer balotaje de la historia desde el retorno de la democracia. Sin embargo, no se avanzó en la segunda vuelta porque Menen se bajó antes. Cuatro meses después, los marplatenses elegían intendente.

Daniel Katz, por entonces intendente interino legitimó su gobierno al alcanzar el 48% de los votos del electorado local. Durante su discurso, el jefe comunal aseguraba que “Los marplatenses nos merecemos que se resuelvan temas como el transporte, la disposición final de residuos y la planta de efluentes cloacales. También que podamos contar con una política productiva homogénea y consistente para el partido de General Pueyrredon; una política de salud y cultura definidas”, decía el ahora intendente electo.

Katz aseguraba que durante su gestión se reduciría la planta de funcionarios municipales. “Hemos suprimido algunas direcciones y en su lugar hemos creado otras. Cubrimos la Subsecretaría de gobierno y en su lugar creamos la de Planeamiento Estratégico y Desarrollo”.

Durante su primer discurso Katz detallaba que “la salud y la educación seguirán teniendo la principal atención”. “La ciudad inicia un tiempo de grandes posibilidades”, decía.

Durante sus cuatro años de gestión, Daniel Katz inició el traslado de la “Villa de Paso”, realizó obras de desagüe en Constitución, El Grosellar, Los Pinares, Güemes; licitó el Colector del Noroeste y concretó el proceso de licitación del Emisario Submarino. Realizó obras de puesta en valor de espacios públicos como el Parque San Martín y el Paseo de las Américas - creado para la realización de la Cumbre de las Américas.

“La mía ha sido una gestión que nunca se escondió, que siempre fue frontal frente a los problemas, que no negamos nunca la realidad y que fuimos a resolver, no a explicar ni a agrandar las dificultades”, dijo en una de sus últimas entrevistas como Jefe Comunal.

Gustavo Pulti, el intendente que "actualizó" Mar del Plata

“Cortala, pensá en tu ciudad votá el partido de la ciudad” fue el jingle que durante las campañas electorales generales de 1999; 2003 y 2007 Acción Marplatense, el partido vecinalista fundado por Martín Inda, Alberto Langrange, Eduardo Pezzati, Ricardo Polverino, Gustavo Pulti y Héctor Rosso. La última vez que el partido que proponía como candidato a Gustavo Pulti fue en 2007, cuando finalmente los marplatenses decidieron darle un voto de confianza y lo consagraron Jefe Comunal con el 33,95% de los votos. Cuatro años más tarde, el 23 de octubre de 2011 Pulti sería reelecto con el 39,26%.

Durante su gobierno, Gustavo Pulti apostó, en consonancia con los tiempos que corrían,  por un programa de identidad digital. La transformación de las denominadas “salitas” de atención médica barrial en Centros de Atención Primaria Ambulatoria (Caps) y creación del Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias (Cema) con el objetivo de descomprimir al Hospital Interzonal General de Agudos fueron parte de los puntos más salientes de su gestión.

Además se instaló el programa de reciclaje con una amplia campaña de concientización en los medios de comunicación, se finalizó la obra del Emisario Submarino, las obras de desagüe y el traslado de la “Villa de Paso” iniciados por Katz.

En épocas en que la conexión 2.0 comenzaba a tomar fuerza, la gestión tomó la iniciativa de Caba de Wifi libre en las plazas y la implementó en los principales espacios verdes de la ciudad, creó un “Data center”, el Centro de Operaciones y Monitoreo (COM), la Policía Local y una Línea Telefónica de Atención al Vecino que aún funciona.

Además, durante el gobierno de Acción Marplatense se crearon los distritos descentralizados, se trasladó la estación Terminal de Ómnibus a la Estación Ferroautomotora, se inició la construcción de los polideportivos barriales y Mar del Plata fue sede de la Final de la Copa Davis. 

Por último, en materia cultural, la gestión Pulti es recordada como la impulsora de la Orquesta Infanto Juvenil y la que restableció la Comedia Municipal de actores que había sido disuelta durante la última dictadura cívico - militar.

Carlos Arroyo, el intendente del "plan secreto"

Carlos Fernando Arroyo se había desempeñado como inspector de tránsito durante el gobierno de facto de Mario Russak, 37 años después, le llegó la intendencia. El 25 de octubre de 2015, con un amplio apoyo del electorado joven de Mar del Plata, el hombre que tras dejar su cargo en 1983 se desempeñó como director de la Escuela Media 2, fue electo intendente con el 47% de los votos.

Tengo un plan secreto de gobierno”, decía durante su campaña y aseguraba que lo develaría el 10 de diciembre en caso de ser electo intendente. ¿El motivo de no presentar sus propuestas?: “evitar que lo copien”. Durante los cuatro meses de una austera campaña, el candidato de cambiemos solo reveló que crearía un hospital veterinario gratuito para atender a perros y gatos callejeros. Eso le bastó para ganar la intendencia.

Sus cuatro años de gestión se caracterizaron no sólo por la no revelación del plan secreto de gobierno, disolvió la Comedia Municipal y los talleres culturales barriales que había implementado Elio Aprile. Paralizó las obras de los polideportivos barriales y propuso trasladar la Municipalidad a los barrios, algo que no prosperó.

Además, propuso aumentar las inversiones con “chicas bonitas”: “Tenemos que conseguir unos pesitos más para hacer un poco más de asfalto y después mandar a alguna chica bonita a convencer a empresarios de que vengan a invertir a Mar del Plata”, dijo. 

Autor de frases como “El Servicio Militar debería ser obligatorio para todos: también para las mujeres y discapacitados” y "Una de las grandes desgracias de Mar del Plata es que opina gente idiota”, se presentó en una interna para su reelección con el actual intendente Guillermo Montenegro y solo obtuvo el 5% de los votos.

Guillermo Montenegro, el intendente que con un "plan de austeridad" volvió a poner en marcha la ciudad

El 27 de octubre de 2019 se impuso como nuevo intendente electo el actual jefe comunal Guillermo Montenegro con un 40,43% de los votos sobre su principal contrincante Fernanda Raverta y, en estas últimas elecciones el escenario se repitió cuando el 17 de octubre se volvió a imponer frente a la ahora extitular de la Anses por el 41,23% de los votos.

Durante su primer mandato, Montenegro implementó "un plan de austeridad" y se centró en acercarse a los marplatenses con un lenguaje coloquial. En cuatro años de gobierno realizó obras de asfalto en las principales arterias de la ciudad, cambió a la iluminación de las calles de la ciudad por luces LED, creó líneas directas de comunicación vía WhatsApp con los vecinos y fue la cara visible de la reapertura de la ciudad después de la pandemia.

Además, durante la primera gestión de Guillermo Montenegro se finalizaron las obras en los polideportivos barriales, se puso en condiciones la pista de atletismo y se realizaron modificaciones en los accesos al parque de deportes, se avanzó en arreglos de tres bases de UTOI, se creó la patrulla municipal, dos nuevas bases del Same, se arreglaron 40 escuelas, se compró una nueva planta de asfalto y se hicieron las obras en la zona sur.

En materia turística, se habilitó la instalación de food trucks, se realizaron competencias de la talla del Enduro Pale y se habilitó la destilación de gin artesanal.

Entre las medidas más polémicas de su gestión figuran la habilitación de decks en comercios gastronómicos, que surgieron como un paliativo durante la segunda etapa de la pandemia de Covid y el traslado de la denominada "zona roja".

Este domingo, Montenegro pone en marcha su segundo mandato, bajo la premisa de continuar trabajando "al lado de los marplatenses y generando laburo".