Por la caída de la capacidad de compra, advierten que crecerá la demanda en comedores y merenderos

Con los alimentos como principal motor de la inflación, desde los espacios comunitarios advierten que la asistencia social no es suficiente y que la escalada de precios licuará los montos de cualquier programa. Aseguran que muchas familias ya no pueden recurrir a una segunda o tercera marca y dejan de consumir ciertos productos. Incertidumbre por la continuidad de la entrega de alimentos.

Por la caída de la capacidad de compra, advierten que crecerá la demanda en comedores y merenderos. Foto: 0223.

19 de Diciembre de 2023 08:06

Por Redacción 0223

PARA 0223

Los sectores más vulnerables son los que más sufren primero los coletazos de la devaluación que convalidó el Gobierno que conduce Javier Milei y la escalada de precios. En este marco, la crisis alimentaria tiende a profundizarse en el corto plazo y para mitigar el hambre se requerirá de mayor asistencia.

Rodrigo Blanco, director del Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (Isepci) y referente de Libres del Sur, enfatizó que las últimas medidas económicas que adoptó el Gobierno "impactan negativamente en el poder de compra".

En declaraciones a 0223, Blanco señaló que el rubro de los alimentos fue el que mayor aumento registró. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la división subió un 170,9% en lo que va del año, por encima del 148,2% promedio. Pero según los relevamientos de Isepci, en los comercios de barrio de Mar del Plata el rubro trepó un 210%.

"Los alimentos son el motor principal de la inflación", evaluó el dirigente social que indicó que la reciente devaluación empujará aún más los precios. "Esperamos tener un diciembre con un 40% de inflación en este rubro", afirmó.

Aseguran que muchas familias ya no pueden recurrir a una segunda o tercera marca y dejan de consumir ciertos productos. Foto: 0223.

A pesar de que el ministro de Economía anunció el mantenimiento -pero congelado- del plan Potenciar Trabajo, la duplicación de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y un refuerzo del 50% para la Tarjeta Alimentar, Blanco reconoció que la asistencia no es suficiente para combatir la crisis alimentaria. A este escenario, además, se le suma el impacto que tendrá la quita de los subsidios a los servicios básicos y el transporte, con la consecuente suba de las tarifas.

"Por el Potenciar Trabajo se le paga a cada titular $76 mil. Ese monto congelado, con estos niveles de inflación, en dos o tres meses queda completamente licuado. Es muy rápida la caída en la capacidad de compra sobre dos programas que venían muy retrasados con la inflación de alimentos. La inflación que viene por delante va a licuar todo", insistió.

En este sentido, confió que "los sectores más vulnerables destinan todos sus ingresos a la compra de estos productos" y que cada vez más familias dejan de comprar determinados alimentos, sin suplirlos. "Ya no tienen la estrategia de recurrir a una segunda o tercera marca", explicó.

Otra particularidad de estos espacios es la presencia de la clase media que no tiene para comer. La inflación pulveriza los salarios y empuja a personas y familias, aún con un empleo formal, a acudir en busca de un plato de comida para cubrir sus necesidades alimentarias.

Ante este panorama, Blanco advirtió que en el corto plazo va a haber una caída en la pobreza e indigencia de muchas familias y que la demanda en espacios comunitarios irá en aumento. "La verdad no se avizora un panorama de mejoramiento a esta situación", reconoció.

Incertidumbre por la asistencia alimentaria

Con los principales programas de refuerzos alimentarios de víveres frescos caídos, el referente del Isepci y Libres del Sur planteó un panorama de incertidumbre por la continuidad de los programas de entrega de alimentos secos.

El dirigente social expuso su preocupación porque los productos que complementan la alimentación corren por cuenta de los responsables de los comedores y merenderos a la hora de entregar las viandas y señaló que tendrán serias dificultades para sostener los espacios comunitarios.

Con los principales programas de refuerzos alimentarios de víveres frescos caídos, hay incertidumbre por la continuidad de los programas de entrega de alimentos secos. Foto: 0223.

Asimismo, Blanco enfatizó que la política de asistencia alimentaria a nivel local es "nula". La Tarjeta Alimentaria que otorga la Secretaría de Desarrollo Social que conduce Vilma Baragiola permanece anclada en $876 hace cuatro años y no se actualiza. La última suba se aplicó en noviembre de 2019 cuando pasó de $300 al valor actual. Con los precios de hoy, el monto apenas alcanza para comprar medio kilo de pan.

Según la última medición del Indec, al término del segundo semestre del 2022 Mar del Plata poseía casi 200.000 pobres y más de 54.000 personas en situación de indigencia. El próximo viernes se darán a conocer los números correspondientes al primer semestre del 2023.