De la Bauhaus a Mar del Plata: cómo se proyectó el Parador Ariston, la joya perdida de la arquitectura

Sorprendió a los marplatenses a fines de la década del 40. En la actualidad se encuentra tapiado y abandonado y avanzan las gestiones para recuperarlo.

El Parador Ariston es una de las joyas arquitectónicas de la ciudad que alcanzó repercusión mundial. (Foto archivo 0223)

19 de Marzo de 2023 17:56

El enorme doble trébol flotante de hormigón con paños de vidrio a la vera de la ruta 11 sorprendió a los marplatenses y turistas a fines de la década del 40. Funcionó como discoteca exclusiva para turistas de clase alta hasta la década del 70 cuando se convirtió en un bar surfer. Diez años mas tarde mutó a una parrilla a la vera de la ruta hasta que finalmente fue tapiada. Los amantes de la arquitectura se esperanzan con el anuncio de la municipalidad de General Pueyrredon y el gobierno de la Nación del avance en las gestiones para repotenciar la zona sur de Mar del Plata a partir de la recuperación del parador Ariston, 

La historia del parador Aristón se remonta a 1946 cuando el gobierno de Juan Domingo Perón, buscando darle prestigio a los sectores sin urbanizar de Mar del Plata que, hasta el momento, era una ciudad de veraneo aristocrática. El expresidente encargó a la Facultad de Diseño y Arquitectura de Buenos Aires el diseño de un edificio a la vera de la ruta 11, junto a los acantilados.

El proyecto arquitectónico del parador Aristón

El proyecto de diseño y arquitectura estuvo a cargo del húngaro Marcel Lajos Breuer (Pecs 21 de mayo de 1902 - New York 1 de julio de 1981), un reconocido arquitecto que diseño en la Staatkiches Bauhaus, donde fue alumno de, entre otros reconocidos artistas, Walter Gropius, padre de la arquitectura moderna que se convirtió en su mentor.

De acuerdo al informe del arquitecto español Pedro Torrijos en el libro "Territorios improbables", fue el licenciado en diseño industrial bonaerense Eduardo Catalano, a quien conoció en la Graduate School of Design de Harvard, el encargado de convencer al prestigioso arquitecto de realizar la obra que rápidamente se transformaría en una joya arquitectónica mundial.

Así, en 1947 Breuer presentó su edificio de Trébol de hormigón flotante con paños de vidrio anticipándose a la modernidad en el mundo. Ese mismo año comenzaron las obras del Parador Ariston y el 11 de febrero de 1948 el edificio quedó inaugurado.

En la planta baja había un hall, guardarropas, baños y dependencias de servicio y, en el primer piso el salón, bar-cocina fría, pista de baile revestida con chapas de metal inoxidable sobre entablonado de madera machihembrada.

El edificio fue en principio una discoteca para la elite de la época y funcionó sin sobresaltos hasta la década del 70, cuando convertido en un espacio semi aristocrático entró en un periodo de debacle: comenzó a cambiar de propietarios y cada uno le agregaba o quitaba ambientes sin respetar el diseño original.

Entonces, de discoteca Maryana pasó a ser un café bar surfer llamado Bruma y Arena, que no funcionó debido a que el Ariston no contaba con acceso directo a la playa.

Para fines de los 80, la joya de la arquitectura mundial se transformó en la Parrilla Perico que funcionó hasta 1992. Desde entonces, está tapiado y abandonado a merced de la erosión del mar.

El 20 de diciembre de 2019, el edificio fue declarado Monumento Nacional y, en marzo de este año, un grupo de profesionales de La Plata viajó a Mar del Plata exclusivamente para tomar muestras de la estructura y relevar el estado en el que se encuentra.

A la espera de los resultados, Magalí Marazzo, directora de la Secretaria de Obras y Planeamiento Urbano de la Municipalidad de General Pueyrredon reconoció a este medio que el gran trebol flotante que supo maravillar al mundo con su arquitectura tiene daños estructurales que hacen que corra un riesgo "bastante grave".