A 42 años del crimen de Silvia Cicconi: "No espero que el asesino se retracte, sólo que Dios lo juzgue"

A la adolescente la violaron, le cortaron el cuello y la apuñalaron 32 veces. Un hombre fue condenado pero la mamá de la chica luchó para demostrar su inocencia hasta que consiguió un indulto. En otro aniversario, la familia mantiene viva la memoria y sólo aguarda por Justicia divina. 

Silvia Angélica Cicconi tenía 17 años cuando fue brutalmente asesinada.

28 de Agosto de 2023 08:04

La herida permanecerá abierta para siempre. La Justicia podría haber intentado cerrarla pero cuando tuvo que actuar sólo provocó un daño todavía más profundo: culpó a un inocente por el crimen y dejó en las sombras al verdadero culpable. La causa prescribió ya hace mucho tiempo y hoy a la familia de Silvia Cicconi sólo le queda la lucha por la memoria y esperar a que el asesino se someta a los ojos de Dios.

Eso, por lo menos, es lo que reconoce Daniela, la hermana de la adolescente a la que violaron y apuñalaron 32 veces en Mar del Plata el 27 de agosto de 1987. Al cumplirse otro doloroso aniversario del hecho, la mujer es tajante con sus declaraciones: “Nosotras no esperamos que el asesino se retracte, sólo que Dios lo juzgue y pague lo que tenga que pagar”.

Sí, a pesar del tiempo y la prescripción definitiva de la causa, Daniela y Adelina Costantini, la madre de la víctima, se han encargado de recordar a Silvia año tras año. No sólo lo han hecho para honrar el nombre de la joven, sino, como bien dice Daniela, para no olvidar que “la impunidad existe”.

Adelina Costantini y Daniela Cicconi.

“Cuarenta y dos años después la familia sigue sufriendo el crimen a flor de piel. Nos da mucha bronca y dolor saber que este asesino hace su vida como si nada y anda por la calle impunemente”, expresa, en una entrevista que le concede a 0223.

La noche del horror

Silvia Cicconi.

Los padres de Silvia eran dueños del restaurante Nueva Italia, ubicado en Luro al 5100 y reconocido por contar con comensales famosos, como Gerardo Sofovich. La casa donde vivían quedaba atrás. En la noche del 26 de agosto de 1981, Rubén Dante Cicconi y su esposa estuvieron en el restaurante donde algunas compañeras de gimnasia de su hija festejaban un cumpleaños. Silvia estuvo un rato, pero después se fue a dormir porque al día siguiente tenía que levantarse temprano para estudiar, mientras que la celebración, con los padres de ella incluidos, siguió en Medieval, el bar que Rubén tenía en sociedad con Pablo Mazei, novio de Silvia.

 

Pasadas las 2, Adelina regresó a la vivienda con Ana María, hermana de Mazei, y se encontró con la escena que la acompaña hasta estos días. A los gritos desgarradores que encendieron la alarma de Rubén, quien estaba por regresar al bar, siguió una maniobra que complicó por un tiempo el futuro de la mujer: Adelina, ante la desesperación, sacó el enorme cuchillo que estaba incrustado en el pecho de su hija. Las huellas quedaron en el arma homicida y en un primer momento la investigación apuntó contra la propia madre como la principal sospechosa.

Errores

La detención de Fernando Saturnino Pérez.

Silvia se encontraba atada con sus medias de pies y manos, con una cuchilla clavada en el pecho. Su cuello, además, estaba cortado. Todo en medio de una escena pintada de rojo por la sangre. En la vivienda no hubo ninguna entrada forzada. La puerta de calle estaba cerrada con doble vuelta de llave, como la habían dejado. La habitación se encontraba revuelta y había objetos de valor y dinero que no fueron tocados. Cada una de las luces estaban prendidas. El homicida había revisado todos los libros de la adolescente, lo que dejó en evidencia de que buscaba algún escrito. Bajo las uñas de la víctima se hallaron restos de piel de su agresor y manchas de sangre a la salida de la casa. Pero no se hizo un buen trabajo y cada pista se diluyó. 

El singular salvajismo del asesinato conmovió a la opinión pública y despertó una fuerte presión social y mediática en reclamo de Justicia. Así cayó finalmente Fernando Saturnino Pérez, a quien todos conocían como el “Pacha”. Bajo el amedrentamiento de la picana, el hombre de 50 años, que permanecía en situación de calle y solía ser visto por la zona de la Ferroautomotora, "confesó" el crimen. 

El 28 de mayo de 1984, el "Pacha" fue condenado a reclusión perpetua.  La familia de Silvia, sin embargo, no quedó conforme con ese fallo porque siempre creyó en la inocencia del indigente. El hombre pasó trece años en la cárcel de Batán hasta que recibió un indulto del exgobernador Eduardo Dhualde. Para que eso pase fue clave la lucha de Adelina, quien hacía frecuentes visitas al penal. Y una vez en libertad, junto a su esposo, lo ayudó con ropa y le dio de comer en el restaurante hasta que murió en marzo del 2000. 

La sospecha

La familia de Silvia siempre relacionó el génesis del crimen a un conflicto narco y haya sostiene sospechas firmes sobre un exnovio de la joven, hoy convertido en empresario con fuertes vínculos con el poder. Daniela Cicconi está segura de que si el asesinato hubiese ocurrido por estos días hubiera sido otra la respuesta de la Justicia.

Crónica del reconocido periodista y escritor marplatense Juan Carrá sobre el femicidio de Cicconi.

“Yo quiero creer que ahora, habiendo tanta tecnología y con todos los avances que hubo en las formas de investigar, tendríamos que haber encontrado Justicia. La verdad es que en aquella época todo se tapaba, todo era tabú. Hubo miles de amenazas y desvíos en la investigación cuando ocurrió el crimen”, asegura, aunque advierte: “Igual, como ciudadana, yo sigo viendo que los femicidios están a la orden del día en el país. Es cierto que hoy se exponen más estos casos pero nadie hace nada y siguen muriendo mujeres inocentes”.

Daniela hoy se ocupa de cuidar a su madre, y promete evocar el nombre de Silvia hasta sus últimas fuerzas: “Mamá tiene 82 años y no hay un día que no la recuerde; a veces se olvida de cosas pero Silvia está muy presente en su vida y en la mía también. Yo la voy a recordar y honrar a mi hermana cada 27 de agosto hasta el día que me muera. Y lo voy a hacer por ella, y por todas las mujeres que no tienen Justicia”.