Un diluvio imparable y una ciudad que no estaba preparada: a 25 años de la tormenta más caótica que vivió Mar del Plata

Fue la mayor tormenta de la que se tenga registro. Hubo cortes de luz, barrios anegados, autos arrastrados al mar. Por el caos generalizado, en la ciudad se planeó un nuevo régimen hidráulico.

Se cumplen 25 años de la tormenta más grande que registró Mar del Plata.

30 de Enero de 2025 07:57

Domingo 30 de enero de 2000. Marplatenses y turistas cerraban una agobiante semana de calor en la ciudad y disfrutaban de la última jornada de playa antes de que llegue la anunciada lluvia. “Cuando se largue, se va a largar con todo”, era el comentario que se repetía en ascensores, comercios, veredas…. Y fue casi predictivo.

Por la tarde, cerca de las 18:30, el cielo comenzó a tomar un tono grisáceo y el viento aumentó. Todo hacía prever que la tormenta iba a ser una más de las famosas tormentas de verano que a veces se traga el mar. Las cruces de sal que se esparcían tradicionalmente para cortar la tormenta y, solían ser efectivas, fallaron. 

El viento se apoderó de la ciudad junto con unas primeras gotas gruesas de agua que dieron paso al granizo que se hizo sentir durante varios minutos. Lo que siguió fue caótico: en el centro de la ciudad, quienes habían esperado hasta el último minuto para salir del agua, corrían despavoridos resguardándose con sus reposeras como capucha y copaban los techos formados por los carteles.

La lluvia no tardó en llegar. En cuestión de minutos, la zona de la ex terminal de ómnibus quedó anegada. En la periferia de la ciudad hubo siete familias evacuadas, apagones en diversos barrios, árboles caídos, los bomberos trabajaban junto a Defensa Civil a destajo. La consecuencia fue la decisión del entonces intendente Elio Aprile de crear el departamento de Obras que se aboque exclusivamente al sistema hidráulico subterráneo de la ciudad.

“Un caos nunca visto provocó la tormenta que se abatió el domingo 30 de enero sobre Mar del Plata”, dicen las crónicas de la época que dan cuenta de la caída de 64 mm de lluvia que dejaron zonas con más de un metro de agua que tardó algunos días en escurrir. Durante horas, hubo encierro, autos detenidos en cualquier lugar porque no se podía andar por las calles que parecían ríos. En épocas de menor comunicación, muchos perdían contactos con sus familias para avisar dónde estaban y si se encontraban a salvo.  

La imagen más impactante se dio en la costa, donde el agua arrastró vehículos hacia la línea de playa y, por acción del viento y la corriente del agua quedaron apilados como si se tratase de autos de juguete.

En su edición del 31 de enero de 2000 el diario La Capital da cuenta que “sumado al deficiente estado de los desagües y la basura acumulada en infinidad de bocas de tormenta se vivió un panorama caótico en el tránsito (dejaron de funcionar taxis, remises y colectivos), hubo inundaciones en edificios, hoteles y estacionamientos subterráneos”.

En diálogo con 0223, el titular del departamento de Obras de Osse, Ingeniero Juan Carlos Szpyrnal, con motivo de la nota "El laberinto hidráulico que esconde la Mar del Plata subterránea",  recordó que aquella tarde noche se dirigió en medio del caos a la zona más afectada para ver el curso del agua y, días más tarde, se creó el departamento que preside y que tiene como función principal garantizar que la ciudad tenga un escurrimiento natural sino también de generar condiciones para disminuir la posibilidad de anegamientos por inundación.

“El departamento de Obras se creó en febrero de 2000, me acuerdo perfecto, los autos habían quedado uno arriba del otro, otros habían sido arrastrados al mar”, dice el profesional y refuerza el dato con registros periodísticos de la época. 

“Tenemos un mapa que fuimos armando en base al trabajo de campo que hicimos durante todos estos años y el poco material que teníamos registrado”, explica al tiempo que señala que la ventaja que tiene la ciudad es que todas las cuencas nacen y desembocan dentro del mismo partido, por lo que, a la hora de realizar trabajos de acondicionamiento no hay demoras por trámites burocráticos.

En Mar del Plata hay un total de 15 arroyos de diferente magnitud que atraviesan la ciudad y dieron origen a la demarcación urbana. Hoy se encuentran entubados o intervenidos por el hombre y, desde hace 25 años sus cauces se encuentran contenidos por Osse.