Tito Yanni, el campeón de boxeo marplatense que se convirtió en leyenda e hizo historia en el mítico Luna Park
Eduardo “Tito” Yanni fue un legendario boxeador marplatense. Consagrado campeón argentino y sudamericano de peso wélter y mediomediano, respectivamente, su nombre quedó grabado en la historia por la épica y brutal batalla que protagonizó contra el tucumano Horacio Saldaño, considerada la pelea más salvaje y recordada del boxeo argentino en ese estadio. En el cuarto asalto, Yanni lanzó 57 golpes en un minuto y Saldaño respondió con 46 en el siguiente. Un promedio de un golpe por segundo.
Uno de los nombres imborrables en la Mar del Plata deportiva es el de Eduardo “Tito” Yanni. Un boxeador que heredó el fuego de los guantes y lo convirtió en espectáculo. Su historia, marcada por triunfos, caídas y memorables combates, es parte del alma pugilística de la ciudad.
Pero mucho antes de ser “Tito” Yanni, Eduardo Jorge soñaba con hacer goles. Jugaba en las divisiones menores del club Kimberley y contaba con un futuro prometedor. Sin embargo, un día, como si la sangre "tirara más", decidió cambiar los botines por guantes. El legado de su padre, Vicente Yanni, uno de los ídolos del boxeo marplatense, lo empujó hacia el ring.
Inmediatamente, el pasado quedó atrás. Fue renombrado simplemente “Tito” Yanni y así quedó grabado en la memoria del boxeo argentino.
Su estilo era eléctrico: ofensivo, sin pausas, con una valentía desbordante. No tardó en pasar del amateurismo al profesionalismo. Y allí, en el mismísimo Luna Park, comenzó a escribir su leyenda.
El 29 de septiembre de 1979, noqueó a “Palito” Magallanes y se consagró campeón argentino de peso mediomediano. Apenas tres meses después, la CLAB lo coronó campeón sudamericano. Tito se convirtió en una figura convocante, enfrentando a los mejores de su división y llenando veladas con su presencia.
El duelo que quedó en la historia
El 15 de marzo de 1980, protagonizó una de las peleas más recordadas del Luna Park. Frente a él, otro "guapo" de ley: Horacio Saldaño. Fue un combate brutal, de esos que se graban en la retina de los fanáticos. Tito salió victorioso, pero la batalla dejó huellas.
La pelea prometía de antemano: Eduardo “Tito” Yanni, marplatense, 25 años, campeón argentino wélter, vs. Horacio Saldaño, tucumano, 32 años con más de 80 combates en su carrera.
Desde el primer campanazo, los puños volaban descontroladamente. La atmósfera del estadio se cargó de una energía extraña, casi mística. A los noventa segundos, una ovación estalló desde todos los rincones del Luna. Yanni y Saldaño no se medían: se entregaban. Como si entre ellos hubiese algo más que rivalidad, como si el honor estuviera en juego.
Los cronistas abrían los ojos, incrédulos. Los relatores de radio intentaban seguir el ritmo, pero era imposible. Los más memoriosos recuerdan que Horacio García Blanco, visceral, le arrebató el micrófono a Osvaldo Cafarelli y gritó: “¡Treeeemeeendo!”. Algunos espectadores se levantaron y se fueron, abrumados por la tensión. Otros gritaban. Los que se quedaron, no volvieron a sentarse.
Golpe a golpe, segundo a segundo
En el primer round, Saldaño estuvo cerca de noquear. Sin embargo, una derecha de Yanni lo dejó tambaleando. En el segundo, se cruzaron sin pausa sobre las cuerdas que daban a la avenida Corrientes. En el tercero, Saldaño quedó colgado de las sogas de la calle Lavalle, sin respuesta. El árbitro Joaquín Arvas no intervino.
En el quinto asalto, la juventud de Yanni empezó a marcar la diferencia. Pero sobre el final, un cross de izquierda de Saldaño estalló en la mandíbula del marplatense, lo giró en el aire y lo dejó colgado del encordado. Justo cuando el tucumano iba a rematar, sonó la campana. Un minuto después, el médico Rubén Amoia subió al rincón de Saldaño y lo retiró de la pelea. Su rostro estaba irreconocible. Yanni también estaba al límite.
La pelea duró cinco rounds y medio. Pero cada minuto fue una eternidad. En el cuarto asalto, Yanni lanzó 57 golpes en un minuto. Saldaño respondió con 46 en el siguiente. Un promedio de un golpe por segundo. ¡Brutal! ¡Incomparable!
Al final, “Tito” Yanni ganó por decisión médica, antes de comenzar el sexto round.
Al terminar, el Luna Park estalló en aplausos. No por el resultado, sino por la entrega. Por la emoción. Por el espectáculo. Fue la pelea más salvaje, dramática y disputada que se recuerde en el boxeo local.
El eco del combate
Al día siguiente, las radios retransmitían la pelea completa y, el lunes siguiente, el noticiero 60 Minutos también la pasó íntegra. El país entero hablaba de Yanni y Saldaño.
“Fue como ganarle a una leyenda”, dijo Yanni. “Estaba en condiciones de seguir”, admitió Saldaño. El periodista que narró la pelea por LU6 lo resumió así: “Nunca vi dos boxeadores pegarse tanto en un primer round”.
Tito Lectoure, voz autorizada del Luna Park, lo confirmó: “Fue la pelea más tremenda que presencié en este estadio”.
Caídas y resurrecciones
“Tito” Yanni pagó muy caro aquel triunfo: 27 días después, perdió el título ante Mario Guillotti. El cuerpo pedía descanso. El alma, quizás, también. Sin embargo, la pelea se hizo igual. Cayó por KO y perdió el título argentino wélter.
En noviembre, volvió a medirse con Saldaño. Esta vez, Saldaño lo noqueó en seis rounds. La tercera caída llegó ante Escobar, quien lo derribó con una derecha cruzada. Tito se levantó, tambaleante, pero otro golpe obligó a su rincón a tirar la toalla. Él quería seguir, pero el combate había terminado.
La Federación Argentina de Box le impuso seis meses de inactividad, como dictaba el reglamento ante circunstancias como esas, y volvió en septiembre, venciendo por puntos a Osvaldo Barreda. Luego vinieron diez combates más, incluida la revancha ganada ante Escobar.
El adiós de un guerrero
El 17 de julio de 1987, en Mar del Plata, empató con José Ricardo Magariño. Tenía 32 años. Con ese combate cerró su carrera, dejando atrás una trayectoria intensa, marcada por coraje y entrega.
Pero si hay una imagen que perdura, es la de aquel duelo feroz con Saldaño en el Luna Park: dos gladiadores, dos estilos, una noche inolvidable.
Treinta años después, Yanni y Saldaño se reencontraron en una cena homenaje. Se abrazaron largamente. Fue la última vez que se vieron.
El 4 de diciembre de 2013, el Honorable Concejo Deliberante del Partido de General Pueyrredón lo declaró “Deportista Insigne”. Tito Yanni, campeón argentino y sudamericano, se convirtió en símbolo del deporte marplatense. Su nombre, como el eco de un golpe certero, sigue resonando en cada rincón donde se habla de boxeo.
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