Abel, un western metafísico de Alessandro Baricco

A fines del año pasado Baricco volvió a las librerías; habían pasado ocho años desde su última novela. Abel es un western que hace honor a la escritura del italiano, una novela que busca la experiencia propia del llanto y la reflexión.

El italiano juega con el género western para darle lugar a esta obra.

2 de Febrero de 2025 09:04

Unos meses antes de finalizar el 2024 apareció la nueva novela de Alessandro Baricco, Abel (Anagrama – 2024). Un western que cuenta la historia del sheriff Abel Crow, quien ya es un personaje de leyenda, pero que, en un momento crítico, se replantea el sentido de la existencia.

Otros personajes lo acompañan en la historia: su novia, quien lo conoce mejor que nadie, sus hermanos, las curanderas, una bruja india y su Maestro. Entre todos ellos, el juego de la narración se dará solo como Baricco sabe hacerlo, rompiendo la estructura lineal del relato, que avanza, retrocede y se repite, para concretar hacia el final una imagen de Crow durante su aprendizaje.

El italiano juega con el género western para darle lugar a esta obra. El concepto de frontera ya no solo se aplica al territorio, sino que también se aplica a lo físico y lo metafísico, la vida y la muerte o lo visible e invisible. Pero con todo eso, Baricco hace lo que mejor sabe hacer: literatura.

El Maestro lo acompaña y lo guía en su instrucción para moldear su vida y sus sentires. Todo lo abarca el Maestro: aprendizaje manual, físico, sensible; observar el mundo con ojos poéticos, y así se cuenta: “Armado con cartuchos del calibre 52, solo necesitaba tres gramos de pólvora negra para propulsar 475 perdigones hasta tres cuartos de milla. A esa distancia —me enseñó el Maestro—, un hombre es un insecto, y dispararle, un acto artístico. Luego aclaró que la primera mitad del trabajo se hace con el ojo; todo el resto, con el alma. Porque a esa distancia el ojo te lleva delante del objetivo, no llega más allá. Es como una inclinación, dijo, sin ser capaz de explicarlo por completo. En cualquier caso, añadió, el alma percibe el momento en que el hombre al que disparas se alinea sin imprecisiones con el cañón de tu arma, y en ese instante percibirás como un aliento fugaz, o un lazo invisible tendido entre tu corazón y el suyo. En ese momento, dispara, concluyó”.

Abel leído por el propio autor.

Pero, por otro lado, está su madre también, quien, anclada en su tierra, posee una sabiduría primitiva. “Mi madre es la mujer que se lanza dentro de la manada; es mi madre quien escoge, captura, doma. Soy hijo de la mujer que lleva hasta casa a animales salvajes. Luego, durante días, mientras la vemos convertir su belleza ciega en fuerza doméstica, en servidumbre, en hermandad, aprendemos una lección memorable sobre la vocación del hombre de devastar la pureza para dibujar algo perfecto, artificial y esclavo. Sin saberlo, extraemos de ello el instinto de creer que hacernos mayores será una conversión semejante, en la que seremos nosotros quienes nos domaremos a nosotros mismos”, cuenta la historia.

Baricco comienza el libro con sabias palabras. Pide disculpas y resguarda la libertad literaria: “El Oeste de los westerns es un lugar en gran parte imaginario. El Oeste de este libro lo es más aún. Incluso cuando en estas páginas se mencionan nombres y tierras que efectivamente existieron o hechos que ocurrieron de verdad, en todos los casos se está inventando un mundo que es fruto por completo de la imaginación. Si, al crear un no-lugar como este, he podido ofender la sensibilidad de lectores concretos o de comunidades enteras, lo lamento. Aunque tampoco mucho, he de admitirlo, porque la libertad más absoluta es el privilegio, la condición y el destino de toda escritura literaria”. Todo un anticipo de un relato que dialoga todo el tiempo con la literatura y la experiencia individual.

La nueva novela de Alessandro Baricco.

Abel recorre un camino espiritual que, a pesar de sus 27 años, le resignifica sus relaciones. Cargado de reflexiones filosóficas, la lectura del libro no se hace compleja; por el contrario, el autor nos desafía a armar la pintura total de la búsqueda de Abel. Con una gran potencia en las atmósferas, un personaje principal que logra interesar y empatizar rápidamente, más diálogos breves, así como sus capítulos, Abel se convierte en una gran novela de iniciación, revelando que cada individuo es parte de un todo."