Tato y los puercoespines: una metáfora de la vida

La editorial artesanal local Atávica acaba de lanzar una nueva colección: Atávica maior. Se trata de una colección de textos iniciáticos, dirigida tanto a un público infantil como a uno adulto. El primer ejemplar es Tato y los puercoespines.

Tato y los puercoespines es un libro completamente influenciado por la filosofía de Arthur Schopenhauer.

30 de Marzo de 2025 09:12

Tato y los puercoespines (Atávica – 2025) es un libro completamente influenciado por la filosofía de Arthur Schopenhauer. Si uno cayera en cierto facilismo, podría decir que es un libro infantil, un cuento ilustrado. Pero no es ese el caso. Es mucho más que eso.

Este nuevo libro de la editorial local encierra un espíritu de iniciación en la lectura. Su autor, Diego Forte, y su ilustrador, Mariano Garese, buscaron que esa historia pudiera seducir a niños, niñas, jóvenes y adultos. Y lo logran, respaldados por un gran texto y brillantes ilustraciones. Es decir, una colección orientada a todas las edades y momentos de la vida, pero con un espíritu que apunta, especialmente, al niño.

Tato y los puercoespines transcurre en un bosque que puede ser interpretado como la vida misma. Tiene un protagonista, Tato, que puede ser cualquiera de nosotros, y un trasfondo tomado del dilema del erizo que utiliza Schopenhauer en su obra El mundo como voluntad y representación. Y, teniendo en cuenta el perfil del filósofo, la pregunta es casi obligada:

- ¿Cómo fue trabajar con alguien que se presenta habitualmente como pesimista, buscando obtener un resultado optimista?

- Me interesó la dimensión ética en la obra de Schopenhauer, fue lo que más intenté plasmar en el libro. Esa idea de "vos sos el otro". creo que para él no se trata de odiar a toda la humanidad. Aunque él era crítico en muchos sentidos, también tenía un profundo enfoque humanitario, y es precisamente esa visión la que más me inspiró. A diferencia de un panteísmo como el de Tolstoi o Spinoza, en Schopenhauer encontramos una fuerza vital: la voluntad de vivir, y nada más. No hay otra cosa. Te confieso que inicialmente no quería acercarme a su obra. Pensaba que, siendo un autor tan pesimista, acabaría arruinándome el ánimo. Pero no fue así. Creo que Borges me preparó para leerlo.

Una de las maravillosas ilustraciones de Mariano Garese.

- ¿Y cómo se puede aplicar esto a un contexto escolar?

- Primero lo pensé por esta cuestión que atraviesa todo hoy: el individualismo exacerbado. “Yo soy yo y el otro no importa”. Y si a alguien le hacen algo malo, me río. Mientras a mí no me pase nada, no sé. Esta cuestión, que como docente veo mucho en el aula, la falta de empatía, el "otro no me importa". Es como si cada cual estuviera en su islita y, mientras que la cosa no lo afecta a él, no pasa nada. Hay como una atomización dentro del aula que me preocupa. Esta cuestión de reconocerte en el otro, y que el otro forma parte de algo, pero que vos también formas parte. Yo veo el mensaje por ahí.

El autor también expresó su perspectiva personal acerca de la idea que Schopenhauer quiso transmitir con su historia de los erizos o puercoespines. Para él, la distancia entre los puercoespines simboliza un delicado balance en las relaciones humanas. Interpretó las espinas como una metáfora de las particularidades y defectos que todos tenemos, algo inevitable que, si no se maneja con cuidado, puede lastimar a los demás sin intención. Desde su experiencia, comentó que ha "Aprendido que mantener cierta distancia emocional y física puede ser la manera más saludable de interactuar con los demás".

Además, Diego hizo una analogía entre la idea de las espinas y las dinámicas humanas en distintos ámbitos, como el laboral o el social. Habló de la importancia de encontrar un equilibrio en las relaciones, adaptando la cercanía según cada situación. Incluso extendió su reflexión a temas como la coyuntura política, señalando que evitar confrontaciones innecesarias y centrarse en puntos de unión podría ser una estrategia más constructiva. Subrayó cómo este enfoque no se trata solo de criticar a los demás, sino también de hacer una autocrítica personal, reconociendo que todos tenemos defectos y "espinas".

"Todo se trata de todo. Pero esto se trata de un chico llamado Tato", comienza diciendo el texto.

Para él, la clave está en fomentar relaciones donde se pueda estar próximos sin generar daño y en hacer el esfuerzo de mirarse a uno mismo antes de enfocar únicamente los problemas en el otro. Esta idea, dijo el autor, “Tiene aplicación no solo en las relaciones cotidianas, sino en todos los aspectos de la vida”. Y subrayó la importancia de establecer límites saludables como base para una interacción humana más armoniosa. "Yo puedo hacer esto para ayudar o ver qué puedo aportar, o de qué manera puedo ser menos dañino para la sociedad. En ese sentido, pienso en los libros que hacemos. Si yo quiero disuadir de algo, el arte está ahí y ¿qué mejor modo de disuasión que el arte?", sostuvo.

"Todo se trata de todo. Pero esto se trata de un chico llamado Tato", comienza diciendo el texto. Tato, el nombre del protagonista, puede pensarse como un juego de palabras con Tat tvam asi, que significa "eso eres tú", idea que se corresponde con las Upanisad, pero que Schopenhauer adoptó como fórmula base para su ética.

Tato y los puercoespines no solo busca interpretar la naturaleza humana, sino que aparece como una instancia de reflexión sobre las dinámicas de tolerancia, respeto y unión en nuestra sociedad actual. Es una obra profundamente relevante, que nos recuerda que los grandes cambios comienzan con pequeños pasos de empatía y comprensión.