Iván Chausovsky y la escritura como espejo del dolor en Amar es arder en preguntas
Amar es Arder en preguntas (Galerna - 2025) es el nuevo libro del psicoanalista y escritor Iván Chausovsky. Se trata de un diario que registra con dinamismo y profundidad el proceso del duelo amoroso y permite reflexionar sobre cómo la escritura puede condensar y expresar el afecto y el dolor.
“Me parece que el libro se llama Amar es arder en preguntas porque quizás se trate de eso: de preguntas que nos trae la vida siempre. (…) Yo no digo que de todo se aprende, pero sí que la vida incluye angustia, tristeza y dolor. Y el problema del odio lo traje también un poco en esa línea. La vida incluye el odio. Siempre el tóxico es el otro, el malo es el otro, y si bien puede ser que nos crucemos con gente muy jodida, me parece que la mejor reflexión es hacia uno mismo”, comenzó diciendo Iván Chausovsky en la presentación del libro en Uruguay.
Amar es arder en preguntas se adentra en esos rincones oscuros de la existencia, donde el olvido y los desengaños amorosos cobran protagonismo. Por eso, el autor ha dicho: “Uno, sin nada del otro, no somos humanos. Me gusta pensar un poco en eso. Y los procesos amorosos o los duelos, no solo de pareja, sino también familiares, laborales, históricos, de lo que cada uno duele, nos llevan a una cierta transformación. Porque, de nuevo, queremos la sanación, o curar, o hacer el duelo rápido. Entonces, vamos rápido al psiquiatra, a la pastillita, salgo a una feria de besos, a ver cómo reemplazo esto, pero la vida tiene que ver con procesos que no todos entendemos”.
La particularidad del diario de Chausovsky es que está desordenado. Es decir, va saltando de día en día, incluso hay días que se escriben en negativo, como si retrocediera en el tiempo. La disposición del diario parece también representar al inconsciente, donde no hay una sucesión cronológica.
El libro también busca encontrar la otra cara del amor. ¿Podría ser el odio? En su presentación en Montevideo, él aseguró que: “Hay una metáfora que dice que el odio es como una gota de tinta en un vaso de leche. Entonces, sí, está, pero es problemático. Digamos, lo vamos a validar, porque todos somos monstruos. A veces nos ponemos como una cosa así, nos soltamos, el odio es muy problemático, porque justamente te vas confundiendo y te transformas en un monstruo. Lo contrario al amor es nada. No es el odio, es la indiferencia. Lo contrario al amor es que, el amor, es justamente capacidad de vínculo. Cuando el otro me es indiferente y yo lo deseo, ahí viene otra cosa que tiene que ver con la impotencia”.
En el libro se puede leer:
“Día (-1) - Ya voy tres páginas y esto no mejora. Me duermo rápido, anhelo la cama, pero también me despabilo siempre entre las 5 y las 6 a. m., y es cuando me pongo a pensar. Esto no suele llevar más de una hora y me vuelvo a dormir, pero a veces se extiende dos o tres horas. El que escribe no quiere sentir pena, a nadie le interesa demasiado profundizar en el dolor. ¿Quién podría decir ‘ay, sí, déjame sentir esto un poco más’? Sin embargo, no lo digo, pero lo hago. Si hay pena, hay tiempo; si hay dolor o tristeza, posiblemente haya habido amor. No creo que haya algo medible respecto del amor. De lo que estoy absolutamente seguro es que me voy a contradecir en la vida tanto como en este libro”.
Amar es arder en preguntas también nos trae el tema de la escritura, pero nos plantea el escribir como una posibilidad de cambiar una historia, porque, según se argumenta, “La escritura cambia la mirada enferma y cura”. El texto se presenta como un “ejercicio, el ejercicio de mover palabras de un lado a otro”.
(*) Iván Chausovsky presentará Amar es arder en preguntas el martes 15 de abril a las 17 en El Argentino Bar, donde brindará también una actividad sobre supervisión de clínica.
Leé también
Temas
Lo más
leído