No pasa sólo en el Garrahan: residentes de Mar del Plata se movilizaron por su salario y condiciones laborales
Especialistas en formación del ámbito sanitario realizaron una manifestación en la sede de región Sanitaria VIII. Cuáles son sus reclamos.
Por Redacción 0223
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El impacto que tuvieron los reclamos de los hospitales Garrahan y Posadas generó que se pusiera de manifiesto la situación de los residentes de todo el país. Mar del Plata no es ajena a ello y los profesionales de la salud local decidieron visibilizar su reclamo.
Lo hicieron con una movilización esta tarde en la sede de Región Sanitaria VIII (Independencia y Balcarce) donde contaron cómo les afectan las condiciones laborales y el retraso salarial.
"En muchas residencias no se está cumpliendo con el reglamento nuevo: hay guardias de 24 horas, sin posguardia reglamentaria; tampoco se está cumpliendo con los artículos para realizar trámites, no se contemplan los espacios de formación dentro de las residencias y tenemos que hacerlas en nuestro tiempo libre por fuera del trabajo", describió Nahir González, médica residente.
La problemática afecta a residentes médicos, psicólogos, nutricionistas, trabajadores sociales y terapistas ocupacionales por igual.
"Unificamos reclamos y respaldamos lo que sucede a nivel nacional, e incluso las instituciones que dependen del Ministerio en nuestra ciudad (como el Inareps) están pasando por lo mismo. También es a Provincia y al Municipio el pedido, porque trabajamos en los Caps y hay cuestiones que no se cumplen, como el abastecimiento de material o de insumos para trabajar", denunció la especialista.
Los residentes cuentan actualmente con una retribución básica de $880 mil pesos por mes, con una carga horaria mínima de 45 horas semanales, formación externa y dedicación exclusiva. "No alcanza para cubrir las necesidades básicas. A esto se suma la precariedad laboral, expresada en la ausencia de estabilidad, incertidumbre sobre la continuidad laboral una vez finalizada la residencia, una sobrecarga asistencial y la falta de recursos que imposibilitan un trabajo digno y seguro", señalaron.
Además, manifestaron que dichas condiciones los llevan a renunciar o buscar otro tipo de salida laboral en el ámbito privado.
"No solo se vulneran nuestros derechos como trabajadores sino que también se atenta contra el derecho a la salud de la población. Por eso, exigimos un salario acorde a la inflación y al trabajo que efectivamente realizamos, de $2.000.000. Además, continuidad laboral y acceso a cargos efectivos una vez finalizado el proceso formativo; mejora urgente de las condiciones laborales y formativas, y una mesa de diálogo con participación real de residentes, con poder resolutivo", remarcó González.
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