Trabajadoras domésticas: la mayoría sólo cobró el IFE

La situación de aislamiento social, preventivo y obliagatorio agravó la precarización del empleo doméstico. Muchas de las trabajadoras se ven obligadas a volver a sus puestos de trabajo a pesar de las restricciones e incluso sufrieron recortes por parte de sus empleadores, principalmente las que pudieron cobrar los 10 mil pesos del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) que lanzó la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses).

Según se estima, en Mar del Plata hay más de 15 mil trabajadoras domésticas, de las cuales unas tres cuartas partes cumplen funciones en la informalidad.

"Las principales dificultades tienen que ver con la continuidad del cobro por no asistir a los lugares de trabajo. Recibimos consultas recurrentes, el IFE que cobraban terminaba operando como reemplazo del salario. Muchos empleadores se aprovecharon de esa medida y dejaron de pagar", explicó Romina Cutuli, integrante de un equipo de trabajo de una línea telefónica que se puso a disposición para atender las consultas de las trabajadoras e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).

En diálogo con 0223, la profesional puntualizó que "es difícil efectivizar" el cumplimiento de los derechos de las trabajadoras, especialmente de las que no están registradas, y remarcó que de todas maneras "la obligación de abonar los salarios sigue vigente" a pesar de que las empleadas cobren o no el beneficio del Estado.

Una gran parte de las trabajadoras se ven obligadas a utilizar el transporte público de pasajeros y quedan expuestas a la propagación de los virus. En tiempos de pandemia, las autoridades sanitarias centran sus esfuerzos por desalentar el uso del colectivo, un posible foco de contagio.

"El transporte público es otro de los desafíos de exposición. Tenemos estudios anteriores en los que hemos observado que empleadores que ponían condiciones respecto al modo en el que se transportan, algunos exigían que sea en bicicleta. Sospecho que si estos casos ya existían, es probable que se profundicen en cuarentena", señaló Cutuli.

Actualmente el trabajo doméstico no está exceptuado del aislamiento, a excepción de la categoría que refiere al cuidado y atención de personas, sean niños, adultos mayores o personas con discapacidad. Sin permiso para circular, se arriesgan a viajar a los lugares de trabajo ante la imposibilidad de afrontar los gastos.

Otro de las complicaciones que afrontan es el cumplimiento de las medidas de seguridad e higiene que queda "en la responsabilidad individual de cada empleador".