Desde el 2013, dos de cada tres subastas en Mar del Plata fueron para "La Liga"

De 511 operaciones que se realizaron en la ciudad, la organización delictiva se impuso en 324. La suma por la cantidad de inmuebles apropiados superaría los 10 millones de dólares.

11 de Junio de 2020 17:34

Por Redacción 0223

PARA 0223

Desde 2013, prácticamente cualquier subasta que tenía lugar en Mar del Plata caía en manos de alguno de los integrantes de la "La Liga de Remates". No es una suposición: es una de las conclusiones más contundentes de la investigación con la que se desbarató la histórica asociación ilícita y que permitió avanzar este jueves con la detención de cuatro presuntos líderes y la imputación de otras 31 personas.

En base a la información que suministró el Consejo Directivo del Colegio de Martilleros y Corredores Públicos del departamento judicial local, el Cuerpo de Ayuda Técnica a la Instrucción (Cati)  y la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº5, de Alejandro Pellegrineli, constató que en los últimos siete años se hicieron 527 subastas en la ciudad de las cuales se finalizaron 511.

De las 511 operaciones, en 324 resultaron ganadores algunos de los integrantes de "La Liga de los Remates", es decir, en un 63,53% de casos. "En su conjunto esas 324 operaciones realizadas por “La Liga” en el marco de las 511 subastas finalizadas positivamente, sobre un total general de $176.287.582,68 y u$s655.700 -siempre a valores nominales, sólo por el valor del bien y sin incluir los gastos circundantes- ascendieron a la suma total, en ese orden, de los $105.126.751 y u$s274.100, lo que en porcentualmente se traduce en el 59,63 y 41,80% del total del volumen de dinero implicado en las subastas judiciales", según se detalló en un informe del Ministerio Público Fiscal.

Sin embargo, el trabajo investigativo al que tuvo acceso 0223, se aclara que "estas estadísticas orientadoras no computan aquellas operaciones realizadas por terceros ajenos a 'La Liga', pero en connivencia con ésta, como así tampoco aquellas en las que se habría recurrido al uso de testaferros y la vinculación indirecta -a través de domicilios fiscales o legales- con distintas sociedades comerciales de las cuales algunos de los miembros de la organización forman parte y que serían en última instancia las beneficiarias de los inmuebles adquiridos.

Dentro de ese entramado, el estudio jurídico de Santiago del Estero al 1781 que estaba a cargo de José Luis Gallo resultó un "denominador común" de gran parte de las operaciones que realizaba la organización. En ese espacio, se tramitaron 181 subastas, de las cuales 162 fueron para la banda delictiva, a lo que suman otras cinco en las que se impuso la oferta del mismo abogado.

Para los investigadores, el departamento del letrado "ha sido utilizado en forma recurrente por los integrantes de 'La Liga', en especial por los más representativos, al momento de registrar su ingreso a la Sala de Subastas". A Gallo se le atribuye cierta influencia en la sala a través de "arreglos" con el martillero de la asociación ilícita y la exigencia de dinero por fuera del expediente.

Para la pesquisa de Pellegrinelli y del Cati, "La Liga de Remates" se habría hecho con inmuebles por al menos 10.431.028 millones de dólares que, a la cotización de fines de 2019, se traduce en valor actual aproximado de 610.215.138 de pesos.

La megacausa no sólo está caratulada por los delitos de "asociación ilícita" y "lavado de activos" sino por entorpecer el normal desarrollo de la administración de la Justicia Civil y Comercial; por fraude al patrimonio de acreedores y deudores; afectación a la libertad, la integridad moral y física de terceros; y por quebranto a las arcas públicas nacionales y provinciales.

 

El complejo modus operandi de "La Liga"

En el informe del Ministerio Público Fiscal, se brindó un detalle de los diferentes "modos de actuación" de los integrantes para hacer caer oferatas legítimas en los procesos de remates y hacerse con los inmuebles a valores irrisorios:

- Actuar desalentando ilegítimamente a eventuales postores o captando posibles interesados para que compren forzadamente a través de ellos, durante la previa de la subasta, en la exhibición del inmueble a rematar o en las afueras del Colegio del Martilleros y Corredores Públicos

- Actuar favoreciendo a personas interesadas en adquirir la propiedad subastada recurriendo al expediente de no pujar a cambio de una “comisión” pecuniaria pactada de antemano -por esa pasividad o “permiso” arbitrario para poder pujar- o bien comprándola alguno de los integrantes de la organización “en comisión” mediante la imposición de la llamada “intermediación forzosa”:

  1. Compradores que reconocieron la existencia de un acuerdo previo y del pago de sumas de dinero en concepto de “comisión” por la intermediación.
  2. Compradores que aceptaron la existencia de un acuerdo para comprar por intermedio o con ayuda de la “Liga”, pero negaron el pago de comisión alguna.
  3. Postores-compradores que negaron cualquier tipo de injerencia de la “Liga” en la adquisición del bien subastado.

- Cuando la base de la subasta era alta, los integrantes de "La Liga” se enfocaban en la misma sea declarada desierta, absteniéndose generalizada y deliberadamente de pujar e impidiendo que otras personas ajenas a la organización pudieran ofertar, para reconducir las mismas a un segundo o tercer remate -con precio de base reducido o ya sin base, respectivamente- y adquirir de ese modo el bien a un precio más conveniente a sus intereses. El silencio de piedra

- "La Liga” actuó subiendo el precio de la subasta con ofertas ridículas y exorbitantes al sólo efecto que las de otros legítimos interesados no resultaran ganadoras y una vez adjudicadas, han argüido no tener el dinero para afrontar siquiera los gastos (“falso postor”), para lograr o al menos intentar que el remate se adjudique al ante último oferente (integrante de la organización o tercero vinculado a ésta) o bien se realice de nuevo.

- Amenazas, intimidaciones y vías de hecho, para impedir que personas interesadas, ajenas a “La Liga”, puedan ingresar al recinto o ya dentro del mismo, pujar libremente. 

 

El origen de la investigación

El primer caso que se conoció de operación fraudulenta y metodología de La Liga ocurrió durante una subasta judicial que se gestó en 2014 y que tuvo como beneficiaria de unas cocheras del Edificio Semar XI  a una mujer que ofreció un monto muy bajo en ese momento. Sin embargo, después de comprobarse una maniobra que incluyó aprietes a un oferente legítimo y hacer caer su oferta, la mujer que era parte del entramado delictivo, obtuvo las cocheras.

Esta subasta fue finalmente anulada en septiembre 2017 tras una investigación de la Fiscalía de Delitos Económicos y el posterior fallo de la Cámara Civil y Comercial que expuso la maniobra delictiva. 

Con ese precedente, el fiscal Pellegrineli junto al Cati confirmó que este tipo de maniobras fueron realizadas por la misma organización en reiteradas oportunidades por lo menos durante el periodo que va de enero de 2013 a octubre de 2018.