Actualizan recompensas millonarias para esclarecer dos homicidios impunes en Mar del Plata
El Ministerio de Seguridad bonaerense ofrece hasta 5 millones de pesos para obtener datos que permitan avanzar con la investigación de los crímenes de Karina Fragoso y Lucas Maniglia.
Por Redacción 0223
PARA 0223
El Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires actualizó este martes las recompensas millonarias que se ofrecen - bajo estricta reserva de entidad - para esclarecer los asesinatos impunes de Karina Fragoso y Lucas Esteban Maniglia Ferrando, ocurridos en Mar del Plata entre 2019 y 2020.
A través del Boletín Oficial, se conocieron las dos resoluciones en las que se fijó un monto de entre 2,5 y 5 millones de pesos para quien aporte datos en cada una de las investigaciones, que permanecen estancadas hace meses.
Fragoso fue asesinada en la noche del jueves 5 de septiembre de 2019, cuando una persona no identificada la ultimó a sangre fría, en plena vía pública, en México y Garay, después de bajarse del colectivo.
Sobre el femicidio se dijo mucho, pero nada cierto. Primero se dijo que la mató un hombre, después una mujer, que la víctima se resistió, que se trató de un intento de robo, que fue una venganza, y algunas voces hasta se animaron a decir que todo fue obra de un sicario.
Pero la prueba del tiempo es irrefutable: a casi tres años del disparo que terminó con su vida en el barrio Bernardino Rivadavia, la causa no tiene imputados y carece de indicios claros como para dar con el homicida. Por eso, el Gobierno apela a una recompensa para tratar de reactivar la causa que está en manos del fiscal Leandro Arévalo.
Y Lucas Maniglia Ferrando fue asesinado el 28 de septiembre de 2020 en el barrio Las Canteras, cuando salió a defender a su amigo Matías Romero del accionar de cinco delincuentes que intentaban robarle. La investigación por este hecho también tramita en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°7, a cargo de Arévalo.
El hombre de 48 años vivía en Italia y había venido a Mar del Plata a visitar a su familia. En mayo tendría que haber regresado a Europa pero las restricciones de la pandemia del coronavirus lo retuvieron en la ciudad, donde encontró el peor final.
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