Buscan llamar a una nueva ronda de testigos para esclarecer el crimen impune de Karina Fragoso

La familia de Karina Fragoso, la mujer que fue ultimada de un balazo en la cabeza después de bajar del colectivo en el barrio Bernardino Rivadavia, busca llamar a una nueva ronda de testigos para tratar de reactivar la investigación después de no acusar novedades a casi tres años del crimen que supo conmocionar a Mar del Plata.

El pedido lo cursa por esta fecha la abogada Lorena Sosa, en representación del particular damnificado, y la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº7 aún debe definir si hace lugar o no la medida. “La idea sería llamar a todas las personas que declararon en la causa de nuevo para entrevistarlas con un cuestionario que enfoque desde otro lugar. La fiscalía sostiene que esto fue un robo pero para nosotros hubo otra cuestión en el medio”, dijo María Eugenia, una de las hermanas de la persona asesinada.

A pesar de la hipótesis que respalda la unidad investigativa a cargo del expediente, la mujer insistió en que la forma del ataque, la munición utilizada por el homicida – una bala de punta hueca, caracterizada por tener una altísima capacidad de daño – y el hecho de que no se haya detectado la pérdida de elementos de valor en la víctima de 50 años, son “indicios que permiten pensar que esto no fue un simple robo”. “También hay una amiga de mi hermana que había tenido conflictos previos, que llegó a ponerse muy violenta y a ella nunca se la llamó a declarar”, señaló.

Más allá de estas diferencias, María Eugenia Fragoso destacó el diálogo con el fiscal Leandro Arévalo. De hecho, el funcionario judicial las recibió hace un mes en Tribunales, antes de que el Ministerio de Seguridad diera a conocer la nueva recompensa fijada en hasta 5 millones pesos para quien aporte datos que permitan esclarecer el homicidio impune. “El fiscal siempre nos recibe. Tenemos una buena relación. Sentimos cierta contención”, valoró.

La familia conserva esperanzas de que el monto millonario abra nueva línea investigativa, tal como ha sucedido en otros casos, después de seguir de cerca una “causa totalmente parada”. “Estoy segura de que alguien sabe quién fue el asesino de mi hermana. El problema es que no se habla por miedo, para no involucrarse pero esto no puede quedar así”, expresó la familiar de la cuidadora domiciliaria que dejó dos hijos, de 27 y 25 años.

A casi tres años del crimen, María Eugenia reconoció que en la familia todavía “hay mucha angustia” y definió la espera de una resolución judicial concreta como una “agonía”. “Para mí, hoy la Justicia es como una utopía porque tengo que justificar un sistema que no funciona, que no tiene recursos, y por eso el resultado de tener justicia hoy no es posible. Yo no me quiero conformar con eso”, dijo, y agregó: “La desidia lastima un montón. Hay que seguir adelante porque la vida te obliga a seguir adelante pero a veces es recontra difícil”.

“Todas las fechas se volvieron movilizantes en la familia desde que Karina no está. Su ausencia, cada momento no vivido, nos duele y mucho. Cada vez que tengo que viajar a Mar del Plata para interiorizarme de la causa, me cuesta. Este proceso lo transitamos de la manera que se puede. A veces con más angustia y a veces con más fortaleza porque también sé que está búsqueda por Justicia es lo mínimo que puedo hacer por mi hermana”, dijo la mujer.

El crimen

En la noche del jueves 5 de septiembre de 2019, Karina Fragoso bajó de un colectivo y se dirigía tranquila hacia la casa de su pareja hasta que se detuvo en México y Garay y fue sorprendida por una persona que, en pocos segundos y a muy poca distancia, la asesinó a sangre fría de un disparo a la cabeza y escapó a pie.

Después del ataque armado, a Fragoso la encontraron tendida en la calle, en estado inconsciente, en pleno barrio Bernardino Rivadavia. Un vecino alertó sobre el hallazgo y luego se coordinó un traslado de urgencia al Hospital Interzonal General de Agudos (Higa) Dr. Oscar Alende pero ya era demasiado tarde: los médicos no pudieron salvarle la vida.

Primero se dijo que la mató un hombre, después una mujer, que la víctima se resistió, que se trató de un intento de robo, que fue una venganza, y algunas voces hasta se animaron a decir que todo fue obra de un sicario. Hasta la fecha, sin embargo, no hay ninguna hipótesis cierta y lo único que sobrevive en la causa es el manto de impunidad.