Comenzaron a peritar los celulares secuestrados por la explosión en el colegio Don Bosco

A la espera del informe, la fiscalía avanzó con nuevas testimoniales. Este lunes se presenta el menor que tuvo la reunión con las autoridades del establecimiento.

Hoy declara un alumno del colegio y el papá de otro estudiante.

5 de Septiembre de 2022 20:02

Por Redacción 0223

PARA 0223

Peritos informáticos del Ministerio Público Fiscal iniciaron este lunes el análisis de los tres celulares secuestrados a alumnos del colegio Don Bosco en el marco de la causa que investiga la detonación del artefacto explosivo que le provocó lesiones gravísimas a la alumna Azul Zabaleta. El reporte con las conclusiones será remitido los próximos días al fiscal Walter Martínez Soto.

Tal como adelantó 0223, el inicio de la tarea de los especialistas en seguridad informática se vio facilitado por la entrega de los patrones de bloqueo que hicieron los tres adolescentes identificados como los autores –con distinto grado de participación- en el armado del artefacto y su posterior detonación.

Más allá de esperar el informe, desde la fiscalía del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil se avanzó en los últimos días con la toma de más testimoniales. Las fuentes judiciales consultadas por este medio confirmaron que declararon los abuelos de la víctima, quienes ese día se presentaron en la institución tras la explosión y que, ante la demora en el arribo de la ambulancia, llevaron a la adolescente y su papá a una clínica privada.

“La ronda de testigos sigue este lunes con la declaración del menor que tuvo la primera reunión con autoridades del colegio y de un hombre cuyo hijo también asiste al establecimiento”, indicaron.

El caso

Azul Zabaleta, alumna de cuarto año del secundario del Instituto Don Bosco, salió al último recreo del viernes 8 de julio a las 12 del mediodía, con la felicidad de saber que llegaba el fin de semana. Hasta que al pasar al lado de un cesto de basura, un explosivo de fabricación casera estalló y la desvaneció ante la mirada incrédula de compañeros, profesores y autoridades.

Luego de un mes de diversos tratamientos, se confirmó el pasado viernes que la adolescente sufrió la pérdida del 96.4 % de su audición, y que deberá someterse a una operación para colocarle unos implantes coclares, cuyo valor van desde los 40 mil a 60 mil dólares. Además, no podrá practicar nunca más deportes de contacto: deberá abandonar el rugby y el karate, disciplinas que formaban parte de su rutina diaria.

Tras la exposición del caso que hicieron sus padres, la investigación que había iniciado la fiscalía de Delitos Culposos fue remitida a la fiscalía de Alejandro Pelegrinelli ya que se trató de un hecho doloso. Sin embargo, tras los datos que dio un testigo que presentó la abogada Adelina Martorella como representante de la familia de la víctima, el expediente se giró al Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil.