"Acá hay un elefante”: los entretelones de la pelea que paralizó al Concejo

La denuncia por la eliminación de un giro en el expediente de fotomultas escaló de modo tal que terminó por paralizar al cuerpo legislativo. Cómo se desencadenó la pelea y de qué modo los bloques salieron del conflicto. 

El Concejo Deliberante tuvo una semana de tensión.

2 de Febrero de 2022 21:00

El Concejo Deliberante entró en un espiral de conflictos que se fueron agravando con el correr de los días. Gritos, peleas, denuncias cruzadas y parálisis, fueron parte del combo explosivo que marcó la semana del cuerpo legislativo.

Durante la primera parte de su gestión, Guillermo Montenegro confrontó, mayormente, con Axel Kicillof. Las diferencias por determinadas decisiones que tomaba el gobierno provincial fueron el principal eje de las tensiones políticas en la ciudad. Sin embargo, ya en la campaña para las elecciones de medio término la mira del oficialismo apuntó hacia los dirigentes locales del Frente de Todos, liderados por la directora ejecutiva de Anses, Fernanda Raverta.

Tengo una oposición que no está ayudando a los marplatenses”, le dijo el intendente a 0223 en una entrevista publicada este domingo. La decisión de diferenciarse lo más posible del FdT local es clara.

En el oficialismo local creen que el “barro” en el que se sumerge el cuerpo legislativo beneficia al intendente, que refuerza el discurso de que es un poder alejado de la gente. “Pero los tres principales logros que muestra el intendente salieron del Concejo: los decks, el régimen de habilitaciones comerciales y la reactivación económica que llegó a partir de la comisión de reactivación”, recuerda un dirigente de Juntos.

 

En los 676 días que le quedan de gestión tendrá temas relevantes y necesitará al cuerpo legislativo para aprobarlos: fotomultas, el manejo del predio de disposición final de residuos y un nuevo pliego de transporte, por citar algunos. “Es difícil tener logros sin el acompañamiento del Concejo”, plantean distintos dirigentes.

Esa salida, hasta ahora, se la dio Acción Marplatense, que se muestra como la oposición que mejor le cae al intendente: crítica en las sesiones, pero bajo el paraguas de la gobenabilidad desempata a favor del oficialismo en proyectos claves.

 

La pelea

La tensión que atravesó al cuerpo esta semana comenzó a partir del cambio de giro que el secretario del Concejo, Norberto Pérez, realizó en el expediente de las fotomultas: eliminó el tratamiento en la Comisión de Educación y lo reemplazó por la de Seguridad.

El jueves, Marina Santoro, presidenta de la principal bancada opositora, fue a plantearle la irregularidad a la titular del Concejo, Marina Sánchez Herrero, que pidió tiempo para adentrarse en el tema. “Esto es grave, tenés media hora para darnos una respuesta”, le replicó Santoro.

La respuesta de Sánchez Herrero -media hora después- fue una férrea defensa del secretario del cuerpo y la potestad de modificar los giros de los expedientes, antes de que tengan estado parlamentario. La charla, cuentan, fue subida de tono y puso a la defensiva a los dos referentes de los principales espacios políticos de Mar del Plata.

 

Al día siguiente, la presidenta de la Comisión de Educación, Mariana Cuesta, hizo público lo ocurrido y denunció que el hecho era de “gravedad institucional” para el cuerpo. La respuesta fue de la jefa de la bancada de la UCR, Marianela Romero: negó que el hecho afecte la institucionalidad del cuerpo, dijo que era potestad del secretario hasta que los giros queden aprobados en una sesión ordinaria. Ambas replicaron púbicamente los argumentos que en privado habían discutido Sánchez Herrero y Santoro.

La relación entre la presidenta del Concejo y la jefa de la bancada kirchnerista está en la mira desde que las dos asumieron en sus cargos. Son dirigentes de carácter fuerte y se presagiaba una relación difícil, especialmente en comparación al buen vínculo que habían establecido Ariel Martínez Bordaisco y Marcos Gutiérrez, expresidente del HCD y ex jefe del bloque K (algo que les había valido reproches de sus compañeros de espacio).

Es cierto que el vínculo político entre el actual senador de Juntos y el jefe regional de Anses era más fluido. Pero también es justo decir que el tiempo político que protagonizan Sánchez Herrero y Santoro es otro: hoy, las diferencias no se disimulan, se exacerban.

En off nadie duda de que la eliminación del giro fue un error. Las visiones varían, sin embargo, sobre la gravedad del hecho. Está claro que el cambio cobra relevancia porque se trata de un expediente sensible. “Si hubiera pasado en una declaración de interés nadie se fijaba”, dicen.

Las miradas también varían sobre la intencionalidad política. En el oficialismo defienden que el giro a Educación no correspondía. Argumentan que el convenio de Carlos Arroyo con la UTN de La Plata para implementar el anterior sistema de fotomultas no pasó por esa comisión. En la oposición, en cambio, están convencidos que la maniobra fue política.

“Los giros originales se dieron antes de que se conformen las comisiones. Cuando se dieron cuenta que en esa comisión había mayoría opositora lo cambiaron”, repiten en el Frente de Todos. Y remarcan otra cuestión: “Sacaron una hoja del expediente y pusieron otra”.

 

El reglamento

El argumento elegido por el oficialismo abrió una puerta complicada: el presidente de la comisión de Hacienda, Alejandro Carrancio, anunció que si el expediente de fotomultas no tenía estado parlamentario porque los giros no habían sido ratificados en una sesión plenaria ese mismo criterio podía aplicarse a todos los expedientes que entraron en los últimos dos meses, entre ellos, el Presupuesto 2022 y las ordenanzas fiscal e impositiva.

Así, Carrancio anunció el martes que se suspendía la ronda de funcionarios para defender el presupuesto hasta que las autoridades del cuerpo no dieran precisiones sobre los criterios a utilizar. Y todos los bloques opositores, incluido Acción Marplatense, pidieron formalmente una reunión de emergencia de la comisión de labor deliberativa.

La presidenta del Concejo, con los boxeadores Rubén "Siru" Acosta y el flamante campeón argentino, Franco Acosta. 

 

El oficialismo, otra vez, redobló la apuesta. La presidenta del Concejo –que no habló públicamente del conflicto y decidió exhibir una agenda paralela con el obispo, deportistas y autoridades de las fuerzas de seguridad- informó que la reunión se haría el miércoles, como ocurre habitualmente, y no antes. Los concejales del interbloque Juntos dieron una conferencia en la que denunciaron que el Frente de Todos y Crear sólo ponen palos en la rueda. “No se puede gestionar con una oposición que está constantemente poniendo palos en la rueda y dándoles la espalda a los vecinos”, dijo el jefe de Vamos Juntos, Agustín Neme.

 

La salida

Este miércoles en la reunión de labor deliberativa el clima era tenso. Todos sabían que debían encontrar una salida, pero los caminos elegidos para lograrlo variaban y mucho. Marina Sánchez Herrero propuso avanzar con el orden del día para luego abordar el tema conflicto. “Acá hay un elefante. Saquemos este tema y después tratamos el orden del día”, la interrumpió Alejandro Carrancio. Y así lo hicieron, pero no fue fácil: con un cuarto intermedio incluido, la reunión duró casi cinco horas.

Lo primero que ocurrió es que Norberto Pérez aceptó que había cometido un error. A partir de allí trabajaron para definir cuándo tienen estado parlamentario los expedientes. Todos acordaron que desde el momento que los giros están dados por el secretario pueden comenzar a tratarse. Si existiera un planteo contra los giros originales se podrán alterar en Labor Deliberativa con el aval de todos los presidentes de bloque o en una sesión ordinaria.

Esa concordancia arrojó por tierra el argumento del oficialismo sobre las modificaciones en el expediente de fotomultas y permitió que este jueves se retome el debate por el Presupuesto 2022. “Entonces, si todos estamos de acuerdo que ese va a ser el criterio de acá en más, apliquémoslo hacia atrás”, dijo Carrancio.

El debate por el Presupuesto 2022 se retoma este jueves.

 

Intentó así que el expediente de fotomultas regrese a la comisión de Educación. En el oficialismo no estaban dispuestos a tantas concesiones y encontraron en Horacio Taccone el respaldo para que los giros del expediente no se modifiquen nuevamente. “No podemos pasarnos cinco horas discutiendo un giro”, argumentan desde Acción Marplatense.

La novela no terminó. Seguramente habrá más capítulos, pero este miércoles los concejales, con mejores tratos que días atrás, lograron salir de la encerrona en que se habían metido. Sacaron al elefante del Concejo. Pero no se irá muy lejos.