Récord: en lo que va del año, ya hubo 320 estafas por home banking en Mar del Plata

Lo revelaron a 0223 desde la fiscalía de Delitos Económicos. Las autoridades judiciales reconocieron un "crecimiento increíble" en este tipo de defraudaciones desde el 2020. "El perjuicio para los marplatenses ha sido de unos 70 millones de pesos", aseguraron.  

Foto ilustrativa: archivo 0223.

11 de Julio de 2021 09:28

Por Redacción 0223

PARA 0223

Autoridades de la fiscalía de Delitos Económicos del Departamento Judicial de Mar del Plata revelaron que, en lo que va del año, ya tramitaron unas 320 causas relacionadas a defraudaciones que se llevan adelante a través de los sistemas de home banking y advirtieron por un "crecimiento increíble" de las estafas informáticas desde el 2020.

"Del 2006 al 2017, la fiscalía recibía, en promedio, unas 1450 causas por año pero desde el 2018 empezó a crecer la temática, sobre todo por la defraudación informática y las estafas que se hacen a través de entornos digitales", explicó a 0223 Javier Pizzo, uno de los referentes que tiene la unidad investigativa especializada en la ciudad.

El funcionario aclaró que las defraudaciones informáticas pueden estar tipificadas por dos delitos distintos: uno de ellos se contempla en el artículo 173 inciso 15 del Código Penal, y tiene que ver con el uso de las tarjetas de crédito, y el segundo se configura bajo el artículo 173 inciso 16 del C.P, y se relaciona con las manipulaciones de los datos de una persona específica para poder cometer un fraude económico. "Lo que ha crecido mucho es el fraude por comercio electrónico", insistió.

Pizzo detalló que, entre enero y junio de este 2021, se han registrado 320 casos por defraudaciones en las cuales delincuentes ingresan al home banking, haciéndose pasar por el cliente para sacarle el dinero y pedirle un préstamo. "El perjuicio para los marplatenses ha sido de unos 70 millones de pesos", graficó, sobre el daño final que provocan estas maniobras.

"Este número lo contamos recién a mitad de año: antes, lo normal era que tengamos 100 causas anuladas vinculadas a cuestiones informáticas", dijo el fiscal, quien adelantó: "Las expectativas de crecimiento son increíbles. Tenemos la perspectiva de alcanzar unas 3 mil investigaciones este año, tomando toda la labor de la fiscalía. Hasta el 30 de junio, ya contamos 1700 causas así que seguro vamos a tener un número similar para los próximos meses".

Esta semana, el Banco Central de la República Argentina (Bcra) emitió una resolución en la que obliga a los bancos a corroborar la identidad de sus clientes al otorgar créditos digitales. Pizzo entendió que esta nueva medida es "muy importante" desde el punto de vista preventivo e incluso recordó que desde el Ministerio Público Fiscal ya se había librado un oficio durante el 2020 para avanzar con disposiciones de estas características.

"Es un aspecto positivo. La preocupación existe por el crecimiento que estamos viendo y, más allá de la persecución que después podemos hacer en la fiscalía para tratar de resolver algún ilícito, es importante que las autoridades de contralor puedan sumar herramientas para prevenir", destacó.

Es que la problemática evidentemente no entiende de jurisdicciones: desde el inicio de la pandemia, el Bcra recibió 55.162 denuncias por presuntas estafas virtuales. Hubo 5500 en las cuales se pudieron reunir elementos probatorios suficientes que habilitaron la formación de una causa y dieron pie al inicio de investigación en la unidad de ciberdelincuencia. "En la gran mayoría se llegó a resolver el conflicto y los bancos devolvieron la plata a los damnificados", señaló a este medio una fuente del Banco Central.

Cuando se formaliza una presentación de denuncia a la plataforma de la entidad, hay un equipo del Banco que se contacta rápidamente con la institución en cuestión y con el cliente para poder avanzar en alguna resolución, en caso de que se compruebe que efectivamente hubo una estafa.

Consejos a tener en cuenta

Para evitar caer en estas situaciones que suelen provocar profundas pérdidas, Pizzo dijo que "primero hay que comprender y tratar de canalizar que toda comunicación que se reciba de una banco, ya sea vía mail o whatsapp, exige que antes se valide y se procure identificar si efectivamente ese mensaje es real y si pertenece a la entidad correspondiente".

"La mayoría de las veces se envían mails configurados a partir de datos falsos (NdR: modalidad que se conoce como "phishing") que intentan obtener información del cliente para después de poder sustituir su identidad y acceder a la cuenta. Y lo mismo suele suceder con otros mensajes telefónicos", afirmó el representante de la UFI marplatense.

Al sintetizar la esencia de estos delitos, el fiscal explicó: "Como los delincuentes necesitan obtener la información que les habilita entrar al home banking o al correo o a aquellos datos que hacen a nuestra privacidad, generalmente montan una ingeniería social para que sea la misma víctima la que proporciona los datos". "Lo importante acá pasa por no dar ningún dato a nadie que se presente telefónicamente o por otra vía y tampoco introducir contraseñas vía mail", sostuvo.

Mayor control

Al puntualizar sobre la problemática de las estafas tradicionales conocidas como el "Cuento del tío", el funcionario judicial también reiteró el pedido para que la autoridad encargada de controlar a las empresas que brindan el servicio de telefonía celular se encarguen de constatar la identidad de los usuarios que buscan abrir una nueva cuenta.

"En el 99% de los casos, el teléfono que dispara la llamada para una estafa es de una línea prepaga. Y a veces, pese a que está prohibido por reglamentación, no tiene un titular identificado y en otras oportunidades tiene un titular identificado pero que no se trata de quien verdaderamente lo uso, es decir que usaron datos falsos cuando activaron la línea", razonó Pizzo.

Frente a ello, el fiscal dijo que "hay que poner el foco en validar quién está detrás de la activación de una cuenta". "En todas las investigaciones en las cuales hemos corroborado la materialidad del delito, e incluso desarticulamos organizaciones, se usaban líneas telefónicas a nombre de ciudadanos de otras provincias o ciudades que ni siquiera sabían que tenían una, dos o a veces hasta cinco líneas a su nombre, y hasta eran clientes de otra compañía", ejemplificó.

"Esto desvía muchos recursos porque se tratan de delitos anónimos: tanto las herramientas digitales como las telefónicas permiten el anonimato. Entonces es importante entender estas cuestiones porque las investigaciones llevan tiempo, requieren de mucha información, y se trata de delitos que se cometen a distancia, desde otras provincias o países. Los servidores están en el extranjero, y los giros de dinero se dirigen a cuentas bancarias de otros lugares, y hay que hacer toda una tarea investigativa importante para llegar una resolución. Y la verdad  es que tenemos menos recursos que en el 2007", concluyó.

Cuando se formaliza una presentación de denuncia a la plataforma de la entidad, hay un equipo del Banco que se contacta rápidamente con la institución en cuestión y con el cliente para poder avanzar en alguna resolución, en caso de que se compruebe que efectivamente hubo una estafa.