El Gobierno y la demora en los subsidios, la razón que mes a mes pone en vilo al transporte en Mar del Plata

En el 2020, la ciudad estuvo casi un mes y medio con inconvenientes en el servicio por medidas de fuerza. Y en lo que va de este 2021 la tendencia no cambió: de trece días, en cinco no funcionaron los colectivos.

Foto ilustrativa: archivo 0223.

13 de Enero de 2021 16:15

Por Redacción 0223

PARA 0223

La triste postal de las calles sin colectivos se hizo cada vez más frecuente en Mar del Plata en el último tiempo. En un contexto inédito de pandemia donde quedó demostrado el carácter esencial del transporte público por ser la única vía de traslado para miles de trabajadores en la ciudad, el servicio - paradójicamente - fue protagonista de numerosos paros que solo trajeron más problemas que soluciones para los usuarios.

El comienzo de este 2021 no fue el mejor para el funcionamiento de los colectivos: una medida de fuerza que impulsó la Unión Tranviarios Automotor (UTA) por la incertidumbre que se acusó en el pago de sueldos dejó a General Pueyrredon durante cinco días, con un fin de semana turístico incluido, sin micros. El carácter repentino de la acción de los trabajadores sorprendió a muchos marplatenses pero lo cierto es que no fue ningún conflicto novedoso.

La demora en la entrega de subsidios del Gobierno a las empresas fue el disparador que motivó la retención de tareas, una problemática que se arrastra en los últimos años pero que se agudizó en el 2020 con la irrupción del coronavirus: es que ante la disminución de los viajes por el riesgo de contagio y la caída  abrupta en la recaudación, esas partidas de dinero se hicieron cada vez más necesarias para los transportistas en su afán por intentar equilibrar las cuentes a fin de mes.

El año pasado, según el relevamiento que hizo 0223 de sus registros, Mar del Plata acumuló 41 días con graves inconvenientes en la prestación del servicio: prácticamente, en todos los meses (las únicas excepciones fueron marzo y noviembre) hubo amenazas de paro que, en la mayoría de los casos, se llevaron adelante. La primeras medidas de fuerza tuvieron lugar el 10 de enero y el 10 de febrero: en ambos casos, cesaron en tan solo unas horas.

El 22 de junio, el sindicato de los choferes inició una retencion de tareas de 22 a 6 que fue la de mayor impacto para el servicio a lo largo del 2020: durante 30 noches, los colectivos no circularon por el distrito. A partir de un pedido de intervención del bloque de concejales del Frente de Todos, el Ministerio de Trabajo tomó cartas en el asunto y dispuso una conciliación obligatoria el 22 de julio que reanudó el funcionamiento de las líneas urbanas. Previamente, el 2 de ese mes, también había hecho un paro pero por jornada completa ante la falta de giro de los subsidios.

El 23 de septiembre, en tanto, la UTA volvió a paralizar el transporte en solidaridad con los trabajadores de la línea 221 y Costa Azul, quienes realizaron un bloqueo de tránsito de ocho días en la autovía 2 y de dos en la ruta 11 para exigir el cobro de salarios adeudados. La situación para las empresas de media distancia tuvo una mayor escala de complejidad porque desde el 19 de marzo suspendieron todo tipo de servicio por la pandemia y recién pudieron retomar la actividad y los ingresos ocho meses después.

Inclusive, a fines de agosto, Costa Azul denunció por "discriminación" al Gobierno nacional en la entrega de subsidios por negarle la posibilidad de asistencia cuando a otras empresas de las mismas características sí habían recibido un auxilio económico. "Los servicios interurbanos de Costa Azul se encuentran paralizados desde el 19 de marzo de este año, momento a partir del cual los ingresos de la empresa se vieron limitados exclusivamente a los subsidios que aportan Provincia y Nación respectivamente", habían recordado desde la firma.

"Los ingresos del período abril-julio fueron de $23 millones y la empresa pagó solo de salarios y medio aguinaldo (sin cargas sociales) a sus trabajadores de los servicios interurbanos, en ese mismo período, más de $51 millones", graficaron sobre el rojo en sus ingresos en aquel comunicado, y al mismo tiempo reconocieron: "Nos encontramos en un punto límite donde continuar acumulando deudas tornaría muy difícil la continuidad futura de la empresa".

La interna sindical, el otro motivo de la falta de colectivos

Las disputas de poder dentro de la UTA que funciona en Belgrano al 4570 también tuvieron un fuerte peso en el 2020 a la hora de generar inconvenientes en la prestación del servicio. El episodio más álgido se constató el 4 de julio - mientras estaba vigente la retención de tareas en horario nocturno - cuando integrantes de la agrupación disidente Juan Manuel Palacios se movilizaron hasta la cabecera de la empresa 25 de Mayo para impedir la salida de los colectivos.

El conflicto, que incluyó un enfrentamiento a tiros entre las facciones y ameritó la intervención de una investigación penal por parte de la Justicia, se extendió hasta el 8 de julio y recién permitió la normalización completa del servicio el día 9. Y la misma organización fue protagonista de un nuevo paro el 4 de septiembre.

El 21 de diciembre también hubo una medida de fuerza que no avaló la conducción oficial del gremio. Comenzó con un grupo de choferes de la línea 562 que exigían el pago de 15 mil pesos adeudados pero con el con el correr de las horas se sumaron los choferes de las líneas que integran las empresas 25 de Mayo, 12 de Octubre, General Pueyrredon y Batán S.A., paralizando prácticamente todo el servicio.