El primer año de gestión de Montenegro: 264 expedientes en el Concejo, más de 90 obras y 3 bajas en el gabinete

Hace un año atrás, Guillermo Montenegro asumía como intendente de Mar del Plata. Foto: archivo 0223

10 de Diciembre de 2020 08:08

La idea de resumir en números concretos parte de lo que fue el primer año de la intendencia de Guillermo Montenegro en Mar del Plata responde al intento de poner algún orden a un 2020 que, desde marzo y por la irrupción del coronavirus y toda la tragedia ya conocida, claramente no lo tuvo en ningún lugar del mundo.

Parece difícil pensar que Montenegro vaya a olvidar su primer año al frente de la Municipalidad: no solo por el impacto de la pandemia sino porque, a tan solo cinco días de asumir, acudió al incendio en la distribuidora Torres y Liva, el siniestro más importante en la historia reciente de la ciudad que mantuvo en vilo a los marplatenses durante más de dos meses y cuyas consecuencias aún sufren en carne propia los propietarios de las inmediaciones de Rivadavia y 20 de Septiembre.

A pesar de los contratiempos que condicionaron inexorablemente la coyuntura y el norte de la agenda política diaria, el intendente pudo dar algunos pasos que estaban en sintonía con el cronograma de gestión que anticipó en la campaña electoral que lo llevó a conducir los destinos de “La Feliz”. En su primer año, impulsó 264 expedientes en el Concejo Deliberante, según lo que consta en el archivo digital que conserva este cuerpo legislativo.

En muchas de esas presentaciones, la preocupación común que se vislumbra es la desocupación, una problemática endémica y estructural para Mar del Plata que con el parate general de la pandemia se agudizó y trepó a fines de septiembre al 26 por ciento, la cifra poblacional más alta dentro de los registros históricos que tiene el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) desde 1995.

“Soy marplatense”, “Compre marplatense”, el Régimen Especial de Habilitaciones para nuevas empresas y comercios, el Plan de Reactivación de la Construcción, fueron algunas de las iniciativas con las que avanzó el oficialismo para tratar de reforzar y reactivar el motor productivo. La más reciente – y quizás, más ambiciosa en este sentido – es “Mar del Plata, Ciudad del Conocimiento”, con la cual se busca montar un Parque Informático y un Distrito Tecnológico para generar 15 mil fuentes de trabajo durante los próximos diez años.

Otros de los proyectos que se destacan en este primer tramo de la gestión son la Comisión de Análisis y Rediseño de la Tasa por Servicios Urbanos (TSU) – que tenía la ambición de dar un debate troncal a partir de la revisión de la fórmula de la TSU aunque finalmente no se puso en marcha – y los que están asociados con el transporte, como la nueva Red de Ciclovías y el Servicio Integrado de Transporte Urbano (Situ) que se incluyó como principal eje del pliego para licitar el servicio de colectivos por las próximas décadas en General Pueyrredon.

En términos estrictamente numéricos, el dato de la actividad legislativa de Montenegro guarda una relevancia relativa: está claro que no importa tanto la cantidad como la calidad de esas presentaciones. Pero si se traza la comparativa con los primeros años de gestión de Carlos Arroyo y el comienzo del segundo mandato de Gustavo Pulti, se advierte una cifra levemente inferior: Arroyo presentó 345 (un 32,69 por ciento más) expedientes y Pulti 302 (un 16,15 por ciento más).

Hay que decir también que la estadística tampoco se traduce en el total de proyectos de ordenanza o decretos presentados ya que incluye cualquier otro tipo de trámite administrativo, como sobres cerrados para la designación de autoridades en entes descentralizados, permisos para concesiones o usos del espacio público, pedidos de autorizaciones específicas, propuestas de convalidación de convenios de obras, respuestas a comunicaciones de los concejales, elevación de informes, entre otros.

Los que se fueron

El primer movimiento en el gabinete de Montenegro se supo, con cierta sorpresa, el 12 de agosto con la renuncia de Gladys Susana Mercado a la titularidad de la Dirección de Políticas de Género del municipio. La funcionaria había llegado al cargo durante la administración de Arroyo y por su buen desempeño, el intendente decidió renovarle el voto de confianza.

La dimisión se produjo por asuntos personales y de manera anticipada pero con el compromiso de continuar en funciones hasta el 31 de diciembre. Sin embargo, hasta esta fecha se desconoce el nombre del reemplazo y en la Multisectorial de la Mujer se acusa preocupación por la falta de designaciones en la conducción de un área que cada vez toma más preponderancia frente a la lamentable tendencia creciente de los femicidios y los casos de violencia de género.

Después del alejamiento de Mercado, la calma duró hasta noviembre: en el comienzo de mes, se confirmó la salida de Darío Oroquieta de la Secretaría de Seguridad. A pesar de que también se acusaron motivos personales para esta segunda baja, lo cierto es que la labor del hombre de Capital Federal ya era blanco de críticas por parte de numerosos sectores a causa del crecimiento de los índices delictivos y la falta de respuesta con políticas efectivas al respecto.

Para su reemplazo, Montenegro optó por otra persona ligada a su paso de gestión por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y así la búsqueda condujo a Horacio García, quien asume con el desafío de armonizar la relación con las autoridades nacionales y provinciales para coordinar todas las acciones posibles de dos objetivos simultáneos: evitar desmanes durante la temporada inédita que impone el Covid-19 y atender diferentes demandas barriales, como la que urge a los vecinos de Sarmiento, Los Andes y Don Bosco por la denominada “zona roja”.

El último cambio se gestó pocas semanas después y tampoco sorprendió a nadie: tuvo como protagonista a fines de noviembre a Elisa Ferrara, la subsecretaria de Inspección General. Marcelo Cardoso, quien se desempeñaba en la Subsecretaría de Asuntos Estratégicos y Control de Gestión, fue el elegido por el jefe comunal para suplantarla y dirigir un área que también tendrá un trabajo clave e intenso a lo largo de este verano.

Inversiones

En lo que va de la gestión, Montenegro ejecutó más de 90 obras. Una gran porción de ese total corresponde, naturalmente, al trabajo realizado por la Secretaría de Obras y Planeamiento Urbano que conduce Jorge González, donde se contabilizan unos 87 proyectos realizados en este año, según lo que precisaron fuentes oficiales consultadas por 0223.

En la Secretaría de Salud destacan, por un lado, las inversiones que se llevaron adelante para avanzar con las refacciones y la ampliación del Centro de Atención Primaria de la Salud (Caps) “Miconi” del barrio Parque Independencia, donde se añadieron casi 100 metros cuadrados con nuevos espacios de atención, depósitos y un salón de usos múltiples, destinados a la prestación de especialidades médicas.

A su vez, en la cartera de Viviana Bernabei resaltan la intervención en el Caps de Batán, donde también se ampliaron 600 metros cuadrados y se puso el foco en el sector de Enfermería de Lactancia, Pediatría, la refuncionalización del Salón de Usos Múltiples (SUM), el acondicionamiento de sanitarios, office y baños de personal y la extensión de enfermería con un shock room, un SUM, administración y dormitorio de guardia.

Los registros en la Secretaría de Educación de Sebastián Puglisi, en tanto, ponen énfasis en los 1600 metros cuadrados de impermeabilización de techos, los 6700 cuadrados que se destinaron para pintura, los 3450 metros cuadrados intervenidos para limpieza de canaletas y bajadas de pluviales, y las 530 reparaciones que se realizaron sobre baños, canillas y tanques de agua.

Y en el Ente Municipal de Vialidad y Alumbrado Público (Emvial) que preside Mariano Bowden aseguran que se ejecutaron 23.400 metros cuadrados de fresado y recapado, 8600 metros cuadrados de microbacheo, 7400 metros cuadrados de bacheo en pavimentos de hormigón y que se hizo el mantenimiento de 5500 calles de granza. Además, contabilizan la conservación de 550 kilómetros de caminos rurales, los 26 mil metros lineales de tomado de juntas y los 6 mil metros cuadrados de pavimentación con carpeta asfáltica.

Protestas

Desde el primer día el intendente tuvo protestas frente al Palacio Comunal. A horas de haber asumido en el recinto del Concejo Deliberante, el Polo Obrero, el Movimiento Teresa Rodríguez, Barrios Unidos en Lucha, el Movimiento Argentina Rebelde y la cooperativa Cuba se plantaron con un acampe que duró 48 horas en Luro e Hipólito Yrigoyen para exigir mayor asistencia alimentaria.

Si bien la relación con algunas organizaciones encontró mayores puntos de encuentro a partir de la conformación de los Comité Barriales de Emergencia (CBE), que adquirieron una presencia territorial clave en los últimos meses, las protestas en las puertas de la Municipalidad no fueron una postal poco usual a lo largo de este 2020.

Precisamente, uno de los reclamos que más se repitió como consecuencia directa del coronavirus y la falta de trabajo fue la falta de plato de comida en la mesa de miles de familias. Muchas de las manifestaciones, sin embargo, no apuntaban a la administración de Montenegro sino a exigir otra clase de esfuerzos por parte de la Nación y la Provincia pero elegían el Palacio Comunal para obtener mayor visibilidad. 

De hecho, hoy el gobierno de Guillermo Montenegro entrega unas 20 toneladas semanales de alimento fresco para complementar las 45 mil viandas que brindan los 400 centros comunitarios de la ciudad, y que se suma a los aportes que hacen las gestiones de Alberto Fernández y Axel Kicillof con otros cientos de toneladas bimestrales de alimentos secos.

A diferencia de anteriores gestiones, el Centro de Operaciones y Monitoreo (COM) de Juan B. Justo se convirtió en otro escenario frecuente para las protestas después de la mudanza de oficinas que promovió el intendente durante la campaña electoral. En estos casos, la presión sí cayó sobre las espaldas de Montenegro porque fue el lugar elegido por empresarios y trabajadores gastronómicos, así como por comerciantes de diferentes rubros, para reclamar en numerosas oportunidades una reapertura con protocolos en el punto más crítico de la cuarentena.

En las últimas semanas, el reclamo que sigue en vilo es el de los vecinos de la zona sur por las graves falencias que acusan en los servicios de atención médica. La toma en la delegación de Chapadmalal representó uno de los momentos más tensos para la administración local. Y sin respuestas satisfactorias hasta el momento, la situación intenta dirimirse en la Justicia Federal.